Repensar soluciones para El Fanguito, comunidad vulnerable de La Habana

 

En las márgenes del río Almendares, a unos 400 metros de la desembocadura, está desde hace 23 años la casita de Raúl Pelier Sánchez. En todo ese tiempo, comenta, en El Fanguito el agua ha subido así solo dos veces, “aunque la otra vez no llegó tan lejos como ahora, hasta la ceiba…”.

En la mañana del domingo, la familia todavía estaba en acciones de limpieza. El lodo penetró sin respeto la vivienda, llegó a la altura de la meseta de la cocina, dejando inservibles colchones, refrigerador y otros equipos.

Casa de Raúl Pelier Sánchez, uno de los damnificados en El Fanguito. Foto: Alejandro Basulto

“Aquí, siempre estamos pendientes de tiempo. Mi mamá tiene 81 años, y hay que estar alertas”, comenta. Solo que esta vez, debido a la rotura del puente aguas arriba y la represa que se formó con la basura, todo sucedió demasiado rápido y no dio tiempo a nada.

Raúl reconoce la celeridad en la respuesta de las autoridades del territorio en la evacuación y posterior atención a las familias damnificadas.

Manos a la obra

Ante los avisos de la Defensa Civil, en la comunidad El Fanguito, una zona baja, comenzaron a evacuarse las familias de la franja de mayor vulnerabilidad por la crecida del río. 

“El viernes fue en el momento más crítico, en que el barrio El Fanguito fue afectado con la crecida del río Almendares sobre niveles no habituales… La crecida precipitada del río sorprendió un poco y hubo que lamentar la pérdida de recursos materiales, no así de la vida humana de ninguno de los de los habitantes”, indicó Osmany Arcia Peñate, presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular, de Plaza de la Revolución.

Osmany Arcia Peñate, presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular de Plaza de la Revolución. Foto: Alejandro Basulto

“Estuvimos presentes siempre, con un puesto mando de avanzada del Consejo de Defensa Municipal y con todos los recursos para comenzar a hacer las acciones que tenían que ver con el rescate de las pertenencias y un grupo importante de acciones para la protección de la población”, agregó.

Según lo previsto en los planes para este tipo de contingencias, se activaron dos centros de protección, uno en el Palacio de Pioneros; el otro, en una escuela secundaria básica, donde se ubicaron  los recursos necesarios para proteger a las personas, incluido un médico.

El sábado, en esta comunidad en transformación comenzaron las labores recuperativas, la evaluación de los daños y la atención a las familias damnificadas, garantizándoles la alimentación,  porque fue necesario cortar el fluido eléctrico en la zona para evitar accidentes.

El censo realizado, dijo, arrojó unas 600 personas afectadas, fundamentalmente, 150 núcleos con las mayores perjuicios, al ser los más próximos a la ribera del río.

En esa jornada, con el apoyo del gobierno provincial, se acometieron las labores de recogida de escombros y lodo, que en algunas áreas alcanzó un metro de altura, aun en medio de las condiciones meteorológicas de ese día, con reiteradas lluvias.

Seguía lloviendo, pero se fue normalizando poquito a poco la vida de la comunidad, se restableció el servicio eléctrico, y se hizo el levantamiento de las afectaciones, con 117 identificadas hasta ese momento, incluidas alrededor de 64 que habían perdido sus colchones y prendas de vestir. En el caso de  los efectos electrodomésticos, todavía se hace la defectación para conocer los daños reales producidos en El Fanguito.

Las personas en el centro de todo

A esas familias que se encuentran en los centros de protección se les asegura un servicio gratuito de alimentación -desayuno, almuerzo y comida-, además de un módulo de alimentos.

A su vez, detalló, el gobierno provincial decidió montar aquí puntos de venta de diferentes productos agropecuarios, alimenticios y módulos para las familias afectadas, así como también la restitución de la canasta normada a quienes la habían adquirido y la perdieron, “para tener la certeza de que todos los pobladores en la zona baja reciban el alimento necesario y la ayuda para restablecer completamente su  situación familiar”.

Como parte del programa de transformación integral del barrio, en esta comunidad se han realizado y se ejecutan acciones constructivas en la vivienda. De acuerdo con el presidente de la Asamblea Municipal, especialistas de esa dirección en el territorio solo identificaron algunos daños leves, no así en estructuras ni derrumbes.

Venta de algunos productos en El Fanguito. Foto: Alejandro Basulto

En Plaza de la Revolución, las lluvias provocaron afectaciones en 68 cubiertas de inmuebles y 12 derrumbes parciales. Se trabaja en vertimientos de albañales -entre sótanos inundados y vertimientos interiores- y 10 vertimientos de agua potable, señaó el dirigente.

Igualmente, se actúa para eliminar otras afectaciones, y existe en el municipio estabilidad con el suministro de agua y energía eléctrica.

“Los servicios básicos están restablecidos y continuamos observando las inclemencias del tiempo y tomando medidas para continuar atendiendo a las familias afectadas, en correspondencia con los recursos disponibles”, destacó Arcia, quien reconoció la actuación del Consejo Popular. (Tribuna de La Habana)

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