Laura Rodríguez Muñoz tiene una sonrisa de niña, aunque acaba de echar atrás un siglo de existencia.
Residente
en el barrio La Lira, en el municipio de Arroyo Naranjo, Laura lee sin
espejuelos, manipula con destreza el celular, le canta a la vida y al pasar del
tiempo.
Ella da gracias a la vida, a esa gente de pueblo que cada día ama el amor desde la aurora, a los “ángeles de batas blancas” del policlínico de Mantilla, a esa unida familia de maestros que contribuyó a forjar.
Lleva en sus 100 años una particular alegría de vivir, de entregase, de no ver el paso del tiempo, sino la edad del alma, de las contingencias.
¡Felicidades, Laura! ¡Gracias por tus 100 años en los versos de tu sonrisa! (Redacción digital. Con información y fotos de Alberto Riesgo)