Desde el mes de mayo, el Museo Casa Natal José Martí acoge la exposición Reminiscencia, del joven artista visual Armando Morales.
La muestra trae a la actualidad el cuadro desaparecido en
1918 de Esteban Valderrama, quien destruyó su obra, tras la fuerte crítica del
intelectual Bernardo Barro.
Esta imagen, que ha
regresado en diversas formas a lo largo de los años, tras un complejo proceso investigativo, toma hoy
como hogar al lienzo.
Armando no tomó a la ligera el reto que representó recrear
esta pieza: en su camino, se apoyó del trabajo realizado por investigadores,
creadores e intelectuales que han estudiado el fenómeno antes.
Aunque de forma explícita la obra pareciera no abarcar
demasiado, más allá de la figura de José Martí en el momento de su caída,
guarda significados profundos que han sido materia de diversas teorías a lo
largo de los años.
El creador se encuentra con la idea en un mundo surreal,
sustentado por el imaginario pictórico de una isla, y allí se propone darle
piel y nueva vida.
A este proyecto lo
avalan una carga simbólica y el histrionismo de un momento en la historia, del
que no pocos sienten el llamado de la curiosidad.
Los trazos ahora realizados por Armando recorren las huellas
de una pieza que se divide entre un destino fatal y el regreso inminente una y
otra vez.
Reminiscencia dialoga con el estudioso y con todo el cubano que
sienta en su acervo la indeleble marca de José Martí.
Al ser resultado de un proceso de restauración de la
historia mediante documentos y de la memoria colectiva, cobra un valor agregado.
Dos años tomó para que la obra volviera y podamos disfrutarla hasta noviembre en el Museo Casa Natal de José Martí. (Tribuna de La Habana. Foto: La Jiribilla)