Actualizan sobre condiciones de generación eléctrica en Cuba (+ video)

Juan Arronte, ministro de Energía y Minas, negó que las dificultades que afronta el Sistema Eléctrico Nacional se deban a negligencias o intencionalidad.

En el espacio radiotelevisado Mesa Redonda de la TV Cubana, dedicado este miércoles al tema, explicó que varios de los problemas de los últimos meses se han debido al estado de las centrales termoeléctricas (CTE), de muchos años de funcionamiento, incendios que afectaron a las CTE del Mariel y Felton, al arreciamiento del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba y a la crisis económica mundial.

“Como ocurre ante cada hecho extraordinario, las averías han sido investigadas por equipos multidisciplinarios, integrados por las autoridades facultadas, y se ha demostrado que no hubo negligencia ni intencionalidad”, aseguró el ministro de Energía y Minas.

Al profundizar en los factores externos, se refirió al encarecimiento de los recursos en el mercado internacional, los largos plazos de entrega por los suministradores con los que se puede negociar, en países lejanos, y al impacto del cerco económico, comercial y financiero de los EE. UU.

Recordó que afectan directamente al sector de energía y minas 56 de las 243 medidas de reforzamiento del bloqueo aplicadas contra Cuba durante la administración de Donald Trump, la cuales se mantienen en plena aplicación.

Además, hay limitaciones e inestabilidad con los combustibles, por el incremento significativo de los precios y las dificultades que impone el bloqueo para adquirirlos, añadió.

“El combustible hay que importarlo desde Asia, Europa, zonas muy lejanas, porque no se puede comprar aquí en nuestra zona geográfica, y eso encarece mucho más las operaciones.”.

El ministro pntualizó que, en el caso de la CTE de Mariel, la avería está en la unidad 7, donde ocurrió un incendio que, además, dañó sistemas e inhabilitó la unidad 6, que llevaba pocos meses en funcionamiento. 

Las piezas de repuesto y equipamientos dañados tienen plazos de entrega que rebasan las 26 semanas, por lo que aún no se ha podido restablecer esa unidad, aclaró.

En la CTE Felton, se trabajó durante 120 días las 24 horas, pero el incendio, aunque no fue de gran magnitud, afectó sistemas tecnológicos y, sobre todo, las columnas principales de esa unidad, significó Arronte.

 “Allí hay que hacer un trabajo bien complejo, porque prácticamente hay que desmontar toda la caldera para reparar esta unidad”.

“A esto se añade la inestabilidad en las unidades de generación que están operando, por la falta de mantenimiento en la generación térmica y distribuida, donde no ha sido posible resolver todos los problemas tecnológicos que afectan al sistema eléctrico”.

Actualizan estrategia de recuperación eléctrica en el país

El ministro aseguró que, a pesar de ser tensa la situación, hay soluciones, “pero no son inmediatas, sino que se deben ir resolviendo de manera gradual".

“Lo más importante es que no estamos detenidos, se ha trabajado en todo momento para solucionar la situación. La estrategia se ha actualizado, manteniendo como objetivo recuperar las capacidades de generación, respaldada por un financiamiento asignado para la ejecución de este programa de recuperación gradual que permita llegar a la sostenibilidad”, dijo.

El objetivo es avanzar en la recuperación de esas capacidades, pero también ejecutar inversiones que permitan una recuperación gradual del sistema eléctrico.

Sobre la condición de gradualidad, precisó que está dada porque cuando se obtiene el financiamiento, los plazos de entrega de cada uno de los productos y materias primas que deben ser adquiridos para desarrollar las fabricaciones en el país. 

“La industria está preparada para fabricar gran parte de las piezas y componentes de repuesto necesarios que hoy se emplean en las termoeléctricas, pero hay que comprar materias primas. Hay piezas que necesariamente debe hacer el fabricante de la tecnología, y tienen plazos de entrega.

“Por ejemplo, para la unidad 6 de Mariel está adquirido todo el equipamiento necesario para la reparación, pero algunos componentes tienen seis meses o más para su entrega por el fabricante, y ello imposibilita repararla en el tiempo que quisiéramos.

“Teniendo el dinero en la mano, a veces no es posible resolver las cosas al otro día, todo esto requiere de tiempo, fabricación, tanto por la industria nacional como por los talleres de la UNE, y después se necesita un tiempo en que hay que parar las termoeléctricas y los grupos electrógenos, y hacer las intervenciones para ponerlo otra vez en funcionamiento.

“Por eso es un proceso gradual, en el que se precisa trabajar por partes. Porque, aunque se tenga el dinero en la mano, no se pueden parar a la vez todas las termoeléctricas y hacer el mantenimiento.

“Lleva tiempo y recursos materiales, que la mayoría requieren recursos de importación y, aunque muchas partes y piezas se fabrican en el país, disminuyendo costos importantes, se necesitan las materias primas para fabricación y su posterior montaje en los mantenimientos que se planifican. Algunos de estos recursos ya se están importando”, explicó.

Subrayó que sostener el sistema eléctrico resulta costoso, no solo por la operación y mantenimiento, sino por el combustible que se necesita adquirir y por las inversiones que implica este sector.

“Instalar 1 MW de potencia nueva puede costar alrededor de un millón a 1.6 millones de dólares, en dependencia de la tecnología. Y sí, vamos a recuperar y a instalar potencia nueva”.


(Redacción digital e información de Cubadebate. Fotos: Twitter)

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