Cuando la televisión, como el arte que es, se acerca a la vida de sus
consumidores, mostrándoles sus realidades, además de otras diversas que pueden
o no reflejarlos, da un paso hacia lo profundo del alma humana.
La recién finalizada teleserie Tan
lejos y tan cerca apostó por temáticas como las relaciones
matrimoniales y el amor en crisis, la exploración de sexualidad, el romance
intergeneracional y otras que dieron un poco de color a nuestra gris pantalla.
Realmente no llegó a niveles
escandalosos, por el momento no hizo falta, pero sí abrió las entendederas a
esas conversaciones que en el audiovisual tradicional de la isla se carece
todavía.
Un punto importante a favor de
este producto dirigido por Alberto Luberta (jr) y Loysis Inclán fue la actuación, que logró en más de una
ocasión llevar a tierra algunos diálogos no tan coloquiales. Varias veces
escuché brotar con tonos de machismo internalizado críticas para el personaje
encarnado por Maité Galván, muestra de su preciso y orgánico trabajo.
Alberto Corona nos regaló con
sensibilidad a un padre que a trozos se sale también del arquetípico marido
tropical.
Vale destacar, en general, a un
elenco comprometido con la historia que se contaba, pues se nota, en
comparación con experiencias anteriores, la fibra puesta a cada emoción.
La pandemia de la COVID-19 como
contexto, aunque fue un recurso inteligente, a ratos discordaba con algunas
circunstancias en las que los personajes se veían involucrados.
Tan lejos y tan cerca
polemizó, nos emocionó y sacó más de una carcajada a quienes, desde el hogar,
participamos de las hilarantes peripecias de Dominique o de Orlandito, Susana y
sus juguetes sexuales.
Reconocimos nuevos rostros que bien refrescan la pantalla con su
naturalidad y profesionalismo, además de otros ya instaurados en el gusto popular
que asumieron el increíble reto de hacer esta novela en plena crisis
epidemiológica.
Nos despedimos de ellos con la
esperanza de pronto encontrar nuevas propuestas que den un aire nuevo a las
enraizadas maneras de hacer en nuestra televisión. (Tribuna de La Habana. Foto: TV Cubana)