Constata Torres Iríbar alternativas para avance agropecuario en La Habana (+ fotos)

Las alternativas de desarrollo en el manejo de las fincas integradas en la agricultura urbana, suburbana y familiar en La Habana fueron constatadas por Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba (PCC) en la capital.

En intercambios con productores líderes de municipios como Arroyo Naranjo y Cotorro, el dirigente conoció de estrategias para sustituir importaciones y propiciar el desarrollo territorial.

Una de las estrategias consiste en la introducción y producción de semillas agámicas, certificadas por el Instituto Nacional de Investigaciones de Viandas Tropicales (Inivit).

"La semilla es uno de los momentos más felices cuando usted se la da a otro ser humano para cultivar", comentó Caridad Robaina Hernández (El Pinareño), productor de avanzada en la capital.

La finca, bautizada con su renombre, perteneciente a la Cooperativa de Créditos y Servicios Raúl Nieves, ubicada en el consejo popular de Managua, en Arroyo Naranjo, aporta a otras formas productivas semillas o esquejes de alta calidad, como de boniato y frijol.

Este polo productivo, con 8,5 hectáreas, incursiona en programas sustentables, como la siembra de especies forrajeras como alimento para animales.

Robaina Hernández comentó que el tiempo ha sido malo por las intensas lluvias, pero ya poseen -como en el caso del boniato- más de 170 mil esquejes para el cultivo intercalado y proveer a otros campesinos.

El laureado productor de referencia explicó que la tierra posee sus secretos, como la preparación de la tierra, su atención y la siembra en tiempo y forma.

También aquí se cultivan plátano burro, yuca, pequeñas áreas de café para el autoabastecimiento, así como también variedades de hortalizas, como el tomate, ya listo en los preparativos de la campaña de frío.

La finca de El Pinareño acoge el programa porcino en una fase inicial, con reproductoras, como parte de su integralidad.

En el intercambio de trabajo, acompañado por las máximas autoridades políticas y gubernamentales de Arroyo Naranjo, y con funcionarios de la Delegación Provincial de la Agricultura y de empresas del sector, entre otros dirigentes, Torres Iríbar conoció del manejo agroecológico en la finca La Claudia, perteneciente a la Cooperativa de Créditos y Servicios Amistad Cuba Venezuela, en ese consejo popular.

Con algo más de cuatro hectáreas, en lo que fueron tierras infértiles hace 19 años, hoy están aplicadas prácticas que permiten obtener producciones de hortalizas y condimentos frescos.

Onelvis González Castillo, joven productor y jefe de finca, destacó que los suelos son muy húmedos en unos períodos, y en otros, extremadamente secos.

Explicó que comenzaron los trabajos con plantaciones de guayaba, mango y aguacate; luego sumaron limón y otras especies, de acuerdo con la categorización de los suelos.

También se crearon áreas para la obtención del humus de lombriz y otros abonos orgánicos, para mejorar la calidad de la tierra.

González Castillo precisó que “el fuerte” de la finca es la cría de cerdo, muy deprimida por la falta de piensos y otros recursos.

Entre soluciones, a través de convenios porcinos, se trabaja en la reanimación de este subprograma, con la cría del cerdo criollo (capa oscura), más resistente y menos exigente en cuanto a su alimentación.

Aun cuando el cerdo criollo no es muy productivo por su bajo rendimiento, permite obtener niveles de carne para el aporte territorial.

En este escenario productivo, con dos casas de cultivo tapado, se introdujeron variedades certificadas de ajíes, como el Chile Habanero (picante), además de pimientos.

La finca La Claudia, como eje formador vocacional para las nuevas generaciones, posee vínculos con círculos de interés de escuelas aledañas para incentivar el amor por la naturaleza y promover la orientación vocacional.

Estas fincas enclavadas en el centro-sur de La Habana, a través de sus CSS aportan en su objeto social a sectores prioritarios, como la educación, la salud y la asistencia social.

Además, poseen un punto de venta local, donde comercializan a la población sus remanentes y renglones de otras provincias contratadas por sus cooperativas rectoras. (Alberto Riesgo Vázquez)

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