La búsqueda de alternativas y prácticas agroecológicas caracterizan, ante limitaciones económicas, a la finca La Claudia, adscrita a la Cooperativa de Créditos y Servicios Amistad Cuba-Venezuela, en el municipio habanero de Arroyo Naranjo.
En ese emporio del centro-sur de la capital cubana, el trabajo, la disciplina y la eficiencia conforman un sólido escudo contra los imposibles.
Los resultados sobresalientes de la entidad fueron constatados esta semana por las máximas autoridades políticas y gubernamentales de la provincia.
El joven Odelvis González Castillo, jefe de ese polo productivo de Referencia Nacional, accedió a un diálogo con Radio Ciudad de La Habana acerca de los programas que ponen en práctica para la sustitución de importaciones y la diversificación de cultivos.
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