Magia en casa de La Habana: 55 años elaborando el mejor tabaco del mundo (+ fotos)


Nelsa no fuma, pero le apasiona “el mundo de los puros”. Se pudiera decir que más de la mitad de su vida “huele” a las mejores hojas de tabaco de las vegas pinareñas. El 8 de marzo de 1968, llegó a El Laguito, y desde entonces por sus manos han pasado miles y miles de los afamados Cohiba.

Ella llegó a esa casona en la zona residencial de Cubanacán, Playa, sin saber que un regalo recibido por Fidel pocos años antes le cambiaría su vida.

Cuentan que a mediados de los años 60 del siglo pasado, Bienvenido Pérez Salazar (Chicho), el jefe de escoltas del Comandante, le obsequió uno de los habanos de un amigo torcedor. Fidel enseguida pidió producir regularmente aquel prodigio que ni siquiera tenía marca.

Por eso cuando Nelsa Leonard Delgado ni remotamente imaginaba que sería tabaquera, en otro sitio, “en calle 150”, se confeccionaban los tabacos que fumaría el líder de la Revolución. 

“Según dicen, fue Celia quien propuso hacer una fábrica para esos tabacos específicos y para que las mujeres tuviéramos dónde trabajar. Entonces se hizo aquí –en El Laguito– en el año 1966”.

Celia Sánchez Manduley nombró a estos habanos Cohiba, con el término que los indios taínos –pobladores originarios de Cuba– daban a la hoja enrollada que solían fumar.

“En la Federación me dijeron: ‘hay una fábrica de tabaco donde trabajan mujeres, ¿quieres ir?’ ‘Ay, yo quiero probar’, le dije a mi mamá. Pero me quedaba lejos, porque vivía en Centro Habana. Todos los días decía, ‘mañana no vengo’. Pero me fue gustando”.

Nelsa entró por primera vez a El Laguito con apenas 20 años y ya tiene 74. “No sé si esta fábrica es parte de mi vida o si soy parte de esta fábrica, o las dos cosas. Yo la quiero muchísimo. Llegué aquí jovencita y ya me casé, nacieron mis hijos, mis nietos y pronto llegarán mis bisnietos, y yo aquí”.

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En lo alto de una pequeña colina, en el oeste de la ciudad de La Habana, se ubica El Laguito. De la destreza y dedicación de sus 252 trabajadores (más del 70 por ciento son mujeres) salen con un sello distintivo los tabacos premium cubanos.

“La calidad es primordial. Los tabacos Cohiba son muy caros y los mejores de Cuba, por tanto no podemos descuidarla”, dijo a la prensa Oscar Rodríguez Carballeira, director de la fábrica.

Tras medio siglo de quehacer ininterrumpido, la casa matriz de la marca Cohiba muestra un aspecto diferente a la de sus inicios. “Tiene varias líneas de producción que han ido evolucionando con el tiempo, hasta disponer de la línea top del tabaco mundial, la marca Behike”.

Rodríguez Carballeira aseguró que “la fábrica goza de excelente salud” y que está en condiciones de cumplir la meta prevista ascendente a casi dos millones de unidades de tabaco, a un ritmo de unos nueve mil diarios, con cerca de 30 vitolas. Una cifra que, en adición a las demás entregas del portafolio de la corporación Habanos S.A., impacta en las exportaciones cubanas.

De acuerdo con el Ministerio de Economía y Planificación, en este primer trimestre del año el tabaco sobresale entre los rubros exportables con mayores crecimientos.

“Las afectaciones provocadas por el bloqueo y la situación energética también están presentes en la fábrica, pero los trabajadores se sobreponen a eso, incluso el colectivo ha tenido que reajustar los horarios y jornadas de trabajo”, señaló el director.

El Laguito no paró ni un día en los dos años de pandemia. Tampoco, según Rodríguez Carballeira, han incidido en su dinámica las afectaciones que provocaron las intensas lluvias en Pinar del Río, de donde provienen las hojas con que se confeccionan los Cohiba.

“Recibimos las mejores materias primas y capas”, resaltó.

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Chaveta en mano, se recortan hojas que luego se enrollan. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Dicen que en El Laguito se hace magia y que la fama la alcanzó desde sus años fundacionales. Cuentan que muchos llegaban a Cuba preguntando dónde podían comprar los puros Cohiba que fumaba Fidel.

Tabaquera desde 1988 y con 16 años en la fábrica, María de los Ángeles Rosquete, jefa de brigada de un grupo de torcedores, revela que el secreto está en el aroma y en el agradable sabor, debido a las hojas de inmejorable calidad provenientes de las vegas de Vueltabajo.

Desde allá, las capas vienen empacadas según su característica: capote, seco, volado, ligero y medio tiempo (solo se utiliza en los Behike).

Primero, explica Rosquete Bisset, pasan por el despalillo, para retirarle la vena central y separarlas por colores. “Las capas, las hojas exteriores que visten el tabaco, se clasifican por la textura, el color y el tamaño. No deben estar rotas ni tener manchas y reciben un proceso de humectación que les da suavidad, sedosidad y cierta elasticidad.

“Las mejores son para los Cohiba, son como el vestido del tabaco”.

Otro paso es seleccionar la tripa, o sea, lo que va dentro del tabaco. Luego, el maestro ligador se encarga de mezclar las hojas, por color, olor y tamaño –según el tipo de vitola que se pretenda hacer–, y confecciona paquetes que se envían a los torcedores.

Ahí, en la experticia del maestro ligador, está el misterio, dicen.

El maestro ligador se encarga de mezclar las hojas, por color, olor y tamaño.
Foto: Lissett Izquierdo Ferrer/ Cubadebate.


Sin apenas levantar la cabeza mientras, chaveta en mano, recorta hojas que luego enrolla, Félix precisa que puede torcer en un día 100, 120 y hasta 140 vitolas, según su grosor.

En el área de terminado, los tabacos “pasan por el escaparate”, un lugar de conservación donde pierden la humedad que pudieron haber recibido en todo el proceso de elaboración.

Después, los Cohiba se escogen, se anillan y se empacan en las cajas.

Un curso de nueve meses enseñó a José Modesto Otaño Guzmán, de 22 años, a diferenciar los 64 colores que tienen los Cohiba, que van de tonalidades claras a oscuras: “brillosos, colorados, verdes pajizos y colorados pajizos, de color botella”.

Para él, lo más difícil es montar la mesa, es decir, agrupar los tabacos por colores.

Cada proceso, aseguran los directivos y trabajadores de la fábrica, cuenta con la revisión de los técnicos de calidad. En las máquinas de tiro, por ejemplo, Nelsa comprueba “la calidad fumable del tabaco”. “Aquí es donde se sabe si el tabaco sirve o no”.

Terry Jiang, presidente de la agencia turística china Bellotour.
Foto: Lissett Izquierdo Ferrer/ Cubadebate.


Terry Jiang, presidente de la agencia turística china Bellotour, es uno de los participantes en los festejos por los 55 años de Cohiba, que se celebran ahora de manera presencial tras un año de espera debido a la pandemia.

“Los Cohiba son la mejorar marca de tabaco del mundo”, consideró el empresario tras visitar El Laguito, “una oportunidad para conocer de cerca el proceso de producción y su calidad”.

“No es una fábrica como tal, es una casa grande y de lujo, muy bonita”, apuntó.

A su juicio, también son exquisitos otros habanos como Partagás, Montecristo y Romeo y Julieta. “Un viajero que llega a Cuba debe probar cada uno, para saber los diferentes sabores e historias. Todos los puros cubanos son los mejores”.

Para el español Javier Rodríguez, quien lleva 25 años en el mundo de los puros, los Cohiba son los mejores del mundo en cuanto a calidad e imagen. Su preferencia por los habanos cubanos es tal que suele visitar esta isla dos o tres veces al año.

Estos tres días de celebraciones cerrarán con una exclusiva cena de gala, que tendrá lugar hoy en el recinto ferial Pabexpo. Uno de los momentos más importantes será la subasta donde se presentarán dos humidores únicos, cuya recaudación, como es habitual, se destinará a la Salud Pública cubana.

Habanos S.A. es líder mundial en la comercialización de puros premium –como Cohiba–, con presencia en los cinco continentes. Distribuye y comercializa sus productos en más de 140 países. En el ranking, los cinco primeros mercados en volumen de ventas han sido España, China, Alemania, Francia y Suiza.

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“La fábrica cada día está más bonita. Hay logros. Yo siento orgullo”, dice Nelsa y se le iluminan los ojos. “El Comandante nunca vino aquí, pero su personal de apoyo sí. Cuando lo veía en fotos o en televisión fumando tabacos me emocionaba, porque sabía que eran de aquí”.

El 8 de marzo de 1968 entraría por primera vez a El Laguito esta avezada mujer. 54 años después no podría precisar cuántos tabacos han pasado por sus manos. “Con los años perdí la destreza, aunque no la habilidad. Ya no puedo hacer la misma cantidad que antes, pero todos los días, a la hora del almuerzo, ayudo a alguna compañera a torcer tabaco, porque me gusta, los deseos no se acaban nunca. No concibo la vida sin estar aquí”.

Dicen que hay magia en El Laguito y algunos diríamos que también en las manos de su más antigua tabaquera.

El anillado de los habanos en la fábrica El Laguito, donde se producen los Cohiba. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Más del 70% de los trabajadores de la Fábrica El Laguito son mujeres. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Lo más difícil es montar la mesa, o sea, agrupar los tabacos por colores, dice José Modesto Otaño Guzmán, de 22 años. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Cada proceso, aseguran los directivos y trabajadores de la fábrica, cuenta con la revisión de los técnicos de calidad. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Rodríguez Carballeira aseguró que la fábrica está en condiciones de cumplir la meta prevista ascendente a casi dos millones de unidades de tabaco. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Ordenadas cronológicamente, por su orden de aparición, Cohiba cuenta con cuatro líneas de producto y cada una tiene diferentes vitolas:

  1. La Línea Clásica, de fortaleza de media a fuerte, consta de siete vitolas: Lanceros, Coronas Especiales, Panetelas, Espléndidos, Robustos, Pirámide Extra y Exquisitos.
  2. La Línea 1492, con una fortaleza media, en su lanzamiento en 1992 contaba con cinco vitolas diferentes, una por cada siglo que se conmemoraba, pero en 2002 y en 2016, se añadieron dos más hasta completar las siete que son actualmente.
  3. Línea Maduro 5, se presenta en el mundo de los habanos en el año 2007 con la particularidad que es la primera en la que se añade una capa madura, dándole un tono más oscuro al habano. Su fortaleza es de media-fuerte y cuenta con tres vitolas diferentes: Genios, Mágicos y Secretos.
  4. La Línea Behike, la última de las líneas de Cohiba, nace en 2010 como la más exclusiva de la marca, con una fortaleza fuerte y cuenta con tres vitolas: BHK 52, BHK 54 y BHK 56.

Paralelamente, a lo largo de los años se han desarrollado diferentes producciones especiales de Cohiba. Por ejemplo, Cohiba Talismán Edición Limitada 2017 con una fortaleza media-fuerte, como la Línea Clásica de la marca, y las hojas con dos años de añejamiento, propias de las Ediciones Limitadas de Habanos S.A. Cohiba ha lanzado al mercado productos tan exclusivos como su Reserva y Gran Reserva, o vitolas dedicadas como Colección Habanos muy apreciado por los coleccionistas y amantes de la marca.

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