Las formas fluyen de manera suave e imponentes, en cada una de las “bestias” zoomórficas que desde el 20 de octubre hicieron suya la sala de exposición de la Galería de Arte Fernando Boada, en el habanero municipio de Cotorro.
El "culpable de tal libertinaje", donde las curvas juegan un papel preponderante, es Iván Francis Acea, artista de la plástica que desde 1992 pertenece a la Asociación Cubana de Artistas Artesanos (ACAA).
Amante de las formas tridimensionales, como él mismo se denomina, confiesa que le fascina crear animales y objetos sin formas definidas. De ahí, que en su 30 cumpleaños como miembro de la ACAA haya presentado en la Galería Boada su exposición Zoomorfo, siempre con una tendencia surrealista.
Esta es la tercera oportunidad en que Iván “invade” la Boada, y la primera de ellas en que presenta una exposición personal. Acerca del nacimiento de estas esculturas, nos comentó: “surgieron en medio de las restricciones provocadas por la pandemia, tiempo que me sirvió para crear estas figuras zoomorfas”.
¿Por qué utilizar materiales reciclados?
“Por un poco de ambas. Siempre me he inclinado por el material reciclado, o por objetos en desuso, para darles nueva vida. Trabajar este tipo de material me permite contribuir con el medio ambiente, al tiempo que le doy utilidad, tanto como objetos decorativos o utilitarios. Eso es algo que siempre he tratado de hacer, siguiendo la línea de la naturaleza, la cual me fascina”. Iván confiesa que son múltiples sus fuentes de inspiración, las cuales pueden ir desde la forma de una raíz, de una rama, o un pedazo de madera dentro de una tubería eléctrica.
Oriundo del Cotorro, este “resucitador de sueños” nos explica que, siendo muchacho, conoció personalmente a Boada, cuya casa le fascinó y que quizá de ahí fue de donde partió su amor por la escultura. “Él significó mucho para mí, y siempre que voy a realizar algún trabajo pienso cómo él lo haría”.
¿Esa relación con Boada es la que ha hecho la Galería tenga un espacio especial dentro de usted?
“Yo prácticamente vi nacer esta galería. Cuando uno ve lo que se ha hecho por la galería, que ha costado sangre, sudor y lágrimas, no existe mayor honor para mí, que el hecho de ser quien realice la primera exposición personal después de ser reinaugurada”.
Enemigo de los ángulos rectos, ha desterrado la rigidez de sus piezas, dotándolas de un movimiento que permite sean visualmente agradables para cuantos las contemplen. Como parte de su relación con la galería, aún cuando la exposición concluya, su obra seguirá presente para quienes visiten el patio de esa instalación. Allí, como guardianes perpetuos, se erigen ocho piezas que unen a la belleza de su hechura, el don de ser utilitarias, pues cada una ellas –y de otras que puedan venir- iluminan las noches de los muchachos de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), la cual tiene su sede municipal en ese espacio.
Iván se define a sí mismo como un fanático al rock y el pop, y de forma general, a toda la música anglosajona de los 80 y los 90; amante del baloncesto y entusiasta de las películas de ciencia ficción, las de aventuras, del cine “que me estremezca y a los mangas, pero los buenos” confiesa tener en primer lugar a la familia y es un artista a tiempo completo “Cuando se puede, porque el arte, muchas veces, no te da el dinero que necesitas y tienes que hacer otras cosas por eso le digo a la juventud que acumulen oficios, que al final, siempre les van a servir”.
Ya fuera del contexto de su obra, nuestro entrevistado solo tiene un reclamo que hacer, “sin herir sentimientos de nadie, sin que nadie se sienta amedrentado con lo que voy a decir. Me gustaría un poquito más de atención a las instituciones de arte por parte de los compañeros que dirigen el municipio. Me gustaría que tuvieran un poquito más de sentido de pertenencia; un poquito más de atención con los artistas del municipio; que se preocupen un poco más por el quehacer cultural del municipio”.
Antes de despedirnos, indagamos dónde se pueden adquirir sus obras, la respuesta no se hizo esperar: “En estos momentos, en mi casa, en 36b, entre 135 y 133, Reparto Águila Hatuey”, en el municipio de Cotorro.
(Tribuna de La Habana)