En la Plaza San Francisco de Asís, en el Centro Histórico de La Habana Vieja, un niño corre detrás de las palomas que levantan el vuelo en cuanto se acerca. Otros se sientan en la Fuente de los Leones o lanzan monedas al agua en busca de la buena suerte.
La mano de la estatua del Caballero de París está desgastada por tantas veces que se la toman los que desean captar el instante en una foto, justo en la puerta del Convento San Francisco de Asís. La plaza es una mezcla de personas sobre adoquines, en una imagen única que traslada al esplendor que tuvo en el siglo XVII.
Una vista de la Lonja del Comercio desde la estatua del Caballero de París. Foto: Enrique González (Enro)/ Cubadebate.
Las palomas sobrevuelan la torre de la Basílica de San Francisco de Asís. Foto: Enrique González (Enro)/ Cubadebate.
Plaza de San Francisco de Asís. Foto: Enrique González (Enro)/ Cubadebate.
Plaza de San Francisco de Asís. Foto: Enrique González (Enro)/ Cubadebate.
Basílica de San Francisco de Asís. Foto: Enrique González (Enro)/ Cubadebate.
Basílica de San Francisco. Foto: Enrique González (Enro)/ Cubadebate.
Monumento a Fray Junípero Serra. La escultura es una réplica de la original que se encuentra ubicada en la Plaza de San Francisco de Mallorca. Foto: Enrique González (Enro)/ Cubadebate.
Fuente de los Leones. Foto: Enrique González (Enro)/ Cubadebate.
Palomas posadas sobre la Fuente de los Leones. Foto: Enrique González (Enro)/ Cubadebate.
Turistas observan la estatua del Caballero de París. Enrique González (Enro)/ Cubadebate.
Plaza de San Francisco de Asís. Foto: Enrique González (Enro)/ Cubadebate.