¿Qué residente en La Habana no ha bailado con Arnaldo y su Talismán, identificado con sus canciones y pegajoso ritmo? Hoy, es uno de los 470 candidatos a diputados del Parlamento de Cuba.
Aunque no es habanero de nacimiento, ha actuado en muchas plazas de esta capital, colmadas de público, generalmente en apoyo al
proceso revolucionario cubano.
A propósito de las elecciones nacionales del próximo 26 de marzo, Radio Ciudad de La Habana reproduce fragmentos de una de las más recientes entrevistas de prensa concedidas por Arnaldo Rodríguez:
Arnaldo Rodríguez es indetenible en sus ocupaciones habituales como músico, cantante, compositor y director de una de las orquestas de mayor prestigio y popularidad en Cuba, como el Talismán.
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En entrevista exclusiva con la Agencia Cubana de Noticias (ACN), Rodríguez apuntó que su candidatura la obtuvo por el municipio avileño de Morón, como resultado de plenos y reuniones de las diversas organizaciones sociales y de masas de ese territorio.
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Para el autor de temas como La lucecita, llegar hasta ese escaño en el Parlamento cubano constituye, además, una muestra de respeto hacia su trabajo en la música y la promoción cultural.
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Para Rodríguez, pocas cosas cambiarán en lo adelante con la nueva condición de candidato a diputado al Parlamento cubano, pues señaló que no entraña ningún privilegio, sino que se asume una responsabilidad social ante los electores sin abandonar las rutinas habituales.
Quizás alguna parte de mi vida se transformará, pero ya tenía incorporados otros modos de hacer en mi faceta como promotor cultural, aseguró.
A Arnaldo Rodríguez se le ve encima de los escenarios junto a su orquesta que desborda alegría en cada canción y en sus presentaciones por todo el territorio nacional; también se le ve en la organización de festivales de música donde las artes cubanas y caribeñas son protagonistas.
En su diálogo con la ACN, manifestó que, en ocasiones, se sorprende de estar entre los más de 400 cubanos nominados a diputados a la Asamblea Nacional de la mayor isla de las Antillas, pero en instantes vuelve en sí de su sorpresa y se visualiza junto a sus colegas en medio de debates sobre la situación real que atraviesa el país.
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Al igual que en las letras de sus canciones, Arnaldo Rodríguez sueña una Isla llena de amor, paz y de acontecimientos que incidan de manera positiva en la vida de los avileños, que significa, a fin de cuentas, buscar para todos los cubanos la felicidad. (Redacción digital. Con información de la ACN, tomada del periódico Invasor)