Entre Georg Philipp Telemann y Juan Piñera, el puente tendido por Niurka González enlaza dos universos sonoros con absoluta congruencia: la entrega de la flautista habanera en el álbum Fantasías y habaneras, puesto a circular en las principales plataformas digitales, es una de las más seductoras y completas propuestas actuales para nutrir el espíritu de los aficionados a la música de concierto.
Al presentarlo, la notable intérprete explicó:
"Armonía, coincidencia, convivencia entre lo clásico y lo moderno, acaso entre el pasado y el futuro, donde se junta todo. Es una propuesta estética por la coexistencia cotidiana de las dicotomías, de las diferencias."
Telemann (1681-1767), compositor alemán del período barroco, legó al repertorio de la flauta obras maestras de las que ningún intérprete ni audiencia debe prescindir. Su concierto en sol mayor y sus sonatas explotaron las más diversas posibilidades expresivas del instrumento, en un ejercicio que trascendió la época en que fueron escritos y hoy figuran entre las partituras más agradecidas y desafiantes, reseñó este fin de semana el diario Granma.
La colección de Doce fantasías para flauta solista (1727), asumidas por Niurka González, no tienen desperdicio.
De acuerdo con la pedagoga inglesa Rachel Brown, que compartió un pormenorizado análisis en un número de la revista de la British Flute Society de 2008, "en estas fantasías se contempla en miniatura casi la totalidad de las formas instrumentales de la época, todo ello combinado con gran equilibrio y armonía, y, sobre todo, un increíble derroche de ingenio, libertad e imaginación en el tratamiento de los recursos compositivos empleados", virtudes que se transparentan en la ejecución de la intérprete cubana.
Resulta de sumo interés la concepción del fonograma, pues Niurka González intercaló las fantasías de Telemann con las cinco Habaneras, de Piñera (1949) –Tanteos, Devaneos, Lejana, Saltarina e Intermezzo a la Iglesia de la Merced– en las que, cual la pródiga paleta del compositor, caracterizada por la audacia de sus planteamientos y las sorpresas con que suele atrapar a los oyentes, se muestra en todo su esplendor.
La flautista confirmó, al registrar la obra de Piñera, su compromiso con la difusión de la producción de los autores cubanos contemporáneos, como lo ha demostrado con Leo Brouwer, Beatriz Corona, Aldo López Gavilán, Jorge Amado Molina y José María Vitier.
Fantasías y habaneras forma parte del catálogo del sello Ojalá y fue grabado en sus estudios por Olimpia Calderón, bajo la producción musical de la propia intérprete y la producción general de Silvio Rodríguez. (Redacción digital)