El dramaturgo Nelson César Dorremocea Udaeta o, sencillamente, Nelson Dorr, cumple este lunes 84 años de edad, en medio de un reconocimiento del público y de la crítica por sus más de cuatro décadas trabajo escénico.
Dorr, Premio Nacional de Teatro 2011 y nacido en La
Habana en 1939, sobresale por su maestría en la realización de teatro musical y
desde joven su máxima ilusión era dirigir en las tablas.
Graduado en la prestigiosa Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro, su primera experiencia como director teatral fue la puesta en escena de “Las pericas”, encaminándose hacia el escenario donde se inició como actor en el Teatro Universitario, reseña Prensa Latina.
En aquel entonces, Dorr apostó por la obra “La peste
viene de Melos”, del argentino Osvaldo Dragún.
Creó un nuevo grupo teatral, bajo el nombre de
Conjunto de Los Trece hasta que en 1961 halló su verdadero camino en el
Conjunto Dramático Nacional en el cual laboró como asistente del director
Néstor Raimondi, también de Argentina,
El dueto realizador-asistente entre Dorr y Raimondi
en las obras de teatro “La madre” y “Vassa Yelieznova”, lo llevó a compartir
con buena parte de los más grandes talentos de ese momento.
También desarrolló actividades teatrales en
diferentes centros donde montó escenas de “La ramera respetuosa”, del eminente
escritor, novelista, dramaturgo y filósofo francés Jean Paul Sartre.
Realizó, además, la puesta en escena de la farsa
francesa “La jaula y varios títulos de su hermano, el dramaturgo Nicolás Dorr.
Desde su debut como director hasta la fecha Nelson
se presentó en los escenarios con más de 100 títulos correspondientes a una
variedad de géneros y formatos, como el monólogo, la ópera, el teatro musical.
También desde sus inicios representó a autores de
todas las épocas y latitudes, entre ellos, Virgilio Piñera, Abelardo Estorino y
Alberto Pedro Torriente, de los cubanos, mientras, Brecht, Cesaire, Shakespeare
y una larga lista de dramaturgos universales incluidos su catálogo.
Tiene más de 90 puestas en escena y es guionista de
cine, ballet y danza.
Aparecen como sus espectáculos más recordados
“Tosca” (Luigi Illica, Giuseppe Giacosa y Giacomo Puccini, 1965), “La tragedia
del Rey Cristóbal” (Aimé Cesaire, 1966) y “La verdadera historia de Pedro
Navaja” (Pablo Cabrera y Rubén Blades, 1992 y 2006).
Otras de sus obras son “El pagador de promesas”,
“Madame Butterfly”, “La fierecilla domada” y “La corte del faraón”.
Dorr es conocido como el padre del teatro cubano
revolucionario y sus conocimientos los ha trasmitido a alumnos de varios
países, como España, Italia, Rusia y Libia. (Redacción digital)