Bajo la dirección artística de Miguel Iglesias, Danza
Contemporánea de Cuba llevó a la escena del habanero Teatro Nacional el
espectáculo Carmina Burana.
La sala Avellaneda de esa institución del municipio de Plaza
de la Revolución agrupó, durante las últimas tres jornadas, el talento de los intérpretes
en una coreografía concebida por el primer
bailarín George Céspedes, a partir de la partitura homónima del compositor
alemán Carl Orff.
Con numerosos reconocimientos en Cuba y México, la puesta constituye una recreación de la reconocida cantata en la cual prevalece el encanto de vivir y el interés por los placeres terrenales.
Esta compañía conjuga magistralmente el teatro americano moderno, los estilos de baile afrocaribeños y el ballet clásico europeo, para conformar una propuesta de lujo que le permitió mantenerse entre la preferencia del público durante más de seis décadas.
A lo largo de su trayectoria registra más de 90 giras por países de América, Europa, Asia y África, así como también presentaciones en los más prestigiosos festivales del orbe, lo cual se conjuga con su extenso repertorio, marcado por la labor de experimentados y noveles creadores.
Se nutre, asimismo, del talento de reconocidos artistas de la escena internacional como el holandés Jan Linkens, el sueco Kenneth Kvmstrom y el español Rafael Bonachela, quienes montaron coreografías con el conjunto. (Redacción digital. Con información de Prensa Latina)