El Banco Central de Cuba (BCC) conduce ese programa, dirigido a
los trabajadores del sector, la población y actores económicos.
De acuerdo con lo
previsto, el programa debe de permitir el desarrollo de capacidades, habilidades,
actitudes y competencias, y está alineado con la Estrategia Nacional de Educación
Financiera, que ya recoge acciones que tributan al objetivo de la Resolución
111/2023 del BCC, declaró a la Agencia Cubana de Noticias Julio Antonio Pérez
Álvarez, director general de Operaciones y Sistemas de Pagos del organismo.
Incentivar gradualmente el uso de los canales electrónicos
de cobro y pago en el territorio nacional y por esa vía reducir (no eliminar)
efectivo, son propósitos del programa de bancarización, que ahora se acelera,
pues desde hace años Cuba viene trabajando en su concepción, organización y en
la creación de condiciones, explicaron funcionarios del sistema bancario.
El directivo del BCC expresó que la capacitación es esencial
para dinamizarlo y garantizar su éxito, y ello presupone demostrar cuán
beneficioso resulta para la economía y la población, cuyas dudas y
preocupaciones, desde que se hizo pública la normativa, son atendidas y
esclarecidas en las sucursales, en los medios de comunicación y en otros
espacios.
Puntualizó que el
programa de conferencias, talleres, foro-debates, seminarios y otras tantas
acciones de orientación y educación financiera tiene alcance nacional, e
incluye a las instituciones bancarias, financieras y entidades que participan
en la implementación de las medidas aprobadas; además de gobiernos locales y
organizaciones políticas y de masas.
Pérez Álvarez explicó que la capacitación a organismos,
autoridades de cada territorio y a los segmentos seleccionados se realizará a
partir de la utilización de facilitadores, quienes tendrán la responsabilidad
de multiplicarlo al resto de los destinatarios.
A corto plazo, se pretende lograr la sensibilización general
sobre la bancarización, en aras de una mayor efectividad de su implementación
en todas las entidades participantes y su clientela, y a mediano y largo plazos
fortalecer la capacidad de respuesta de los organismos, gobiernos y autoridades
locales a través de la internalización del conocimiento.
Se comenzó por el nivel elemental de aprendizaje y se
propuso como sujetos directos a recibirla; en primer lugar, a los trabajadores
bancarios que brindan servicio al público en las instituciones financieras y
personal de otras entidades.
Temas a desarrollar
son las medidas aprobadas, las cuales se refieren a los canales digitales de
pago; los medios de pago, instrumentos y títulos de créditos; la
infraestructura con ese fin; la caja extra, el comercio electrónico con sus
pasarelas de pago y uso del código QR en las transacciones económicas y la
banca remota.
Señaló que el éxito de la tarea dependerá también de las alianzas y oportunidades que surjan localmente.
Destacó el papel de los centros de capacitación, escuelas ramales de los bancos y organismos involucrados, de la Unión de Informáticos de Cuba, de la Política de Transformación Digital e implementación de la Agenda Digital, de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba y los gobiernos territoriales, entre otros.
Al analizar las preocupaciones existentes en la población respecto a las medidas aprobadas, la primera de las cuales entró en vigor el 3 de agosto último y está dirigida a favorecer la extracción por las personas naturales de sus dineros en los cajeros automáticos, el jefe de Estado orientó informar más y mejor a la ciudadanía, dar respuestas a las inquietudes y dudas que surjan. (Redacción digital)
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