Los días 4 y 5, la puesta acontecerá a las 19:00 (hora local),
mientras el 6 comenzará a 17:00.
El teatro Abelardo Estorino, del Ministerio de Cultura de Cuba, acogió el encuentro donde se ofrecieron detalles sobre esta puesta en escena, que constituye la tercera pieza de la trilogía teatral Ritual Cubano y refleja, desde lo emotivo e identitario, los sucesos de ese año en Cuba.
De acuerdo con Caballero, el proceso de investigación para llevar este eslabón de la historia a la escena le tomó dos años, y gracias al acompañamiento de muchos, entre ellos, la Fundación Nicolás Guillén, verá la luz próximamente.
Un despacho de la agencia de noticias Prensa Latina indicó que el artista se hará acompañar en el escenario de varios músicos, como José del Pilar, voz principal y percusión; Llilena Díaz, voz solista, guitarra y percusión; Jesús Angá, percusión y coros; además de Gigi Garciarena, en el violín y coro.
Dentro de las actividades que rodean a la obra, se destaca el Coloquio Voces de 1912, el 8 de agosto a las 10:00 (hora local) en la Sala Nicolás Guillén, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.
El espacio pretende dialogar con los elementos discursivos y temáticos de la pieza teatral, desde una visión contextualizada en la contemporaneidad.
Los hilos conductores del encuentro serán el rescate de la historia, la racialidad, la identidad cultural y social, y la religiosidad.
El director de cine cubano Jonal Cosculluela, quien corre con los audiovisuales que promocionan esta propuesta, manifestó su aspiración de llevarla a la gran pantalla, cautivado por el abordaje de la temática desde los diversos elementos que la integran.
Se trata de funciones en las que subsisten las almas de quienes padecieron tan horrendo y vergonzoso episodio de la historia de Cuba.
Equidad, identidad, racialidad, tolerancia, diálogo, Cuba y lo cubano son, entre varios, los derroteros por los que transitará este ritual escénico depurador, indica la sinopsis de la pieza.
Pensar en 1912 es volver a nombres como el de Pedro Ivonet y
Evaristo Estenoz, y hablar del Partido de los Independientes de Color (PIC),
fundado por ambos y por hombres negros y mulatos que aspiraban a ocupar cargos
políticos en aquella República que nunca cumplió los sueños de José Martí,
Apóstol de la independencia, indicó la Agencia Cubana de Noticias (ACN).
Remontarse a ese momento prácticamente olvidado de la historia de Cuba es recordar el horror de un período marcado por la discriminación racial, la segregación y el racismo, pagado en la mayoría de las ocasiones con sangre como ocurrió tras los alzamientos del PIC en La Habana, Pinar del Río, Matanzas, Las Villas y Oriente ese mismo año, añadió la fuente. (Redacción digital)