La ardua labor conservacionista de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí, en La Habana, se evidencia en la preservación de más de 27 mil piezas de la cartoteca, que atesora amplio material cartográfico.
A ese quehacer desplegado en las últimas dos décadas se
añade la recuperación, consolidación y lubricación de dos mil encuadernaciones pertenecientes al Fondo de Raros y Valiosos,
significó este lunes el investigador-restaurador Osdiel R. Ramírez, en
declaraciones que reproduce la agencia de noticias Prensa Latina.
Sobre el empeño puesto en tan valioso quehacer por el
personal especializado de la principal biblioteca cubana, Monumento Nacional, disertó
Ramírez en conferencia impartida en la jornada inaugural del III Encuentro Internacional de Preservación
del Patrimonio Documental: Experiencias y Desafíos, que reúne hasta el
jueves a expertos anfitriones y de Estados Unidos, México, Chile y Perú.
Uno de los méritos de la labor conservadora es la creación
del Laboratorio Digital, gracias al cual gran parte de los fondos patrimoniales
se encuentran digitalizados, significó el disertante, ante el auditorio reunido
en la insigne institución convocante del evento, ubicada a un costado de la
Plaza de la Revolución José Martí.
Omar Valiño, director de la entidad, dio la bienvenida a los
participantes y remarcó la importancia de preservar los documentos, pues permiten reconstruir la historia y
preservar la memoria, sin la cual “no hay vida humana”.
Próxima a cumplir 122 años, la Biblioteca Nacional de Cuba
es depositaria del tesoro patrimonial documental, bibliográfico, artístico y
sonoro del país, así como también de lo más representativo de la cultura
universal, refiere la enciclopedia colaborativa cubana en Internet, Ecured.
Es rectora del Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas Cubanas que, con más de cuatro centenares de instituciones, cubre el archipiélago para preservar el patrimonio bibliográfico e histórico, añade ese sitio web. (Redacción digital)