Población de La Habana opina sobre bancarización en Cuba


El despertador suena a las 6:30 am. Se levanta, prepara el desayuno, se asea y se viste a la velocidad que permiten sus 78 años. Aprovecha el poco sol de la mañana para bajar, por la Calzada de San Miguel, las más de 10 cuadras que lo separan de los cajeros automáticos de la Virgen del Camino.

Ahí espera que avance la cola, generalmente en el banco que está llegando a Vía Blanca, porque hay menos sol. Con suerte, funcionará más de un cajero y encontrará, en el tumulto de los que marquen detrás de él, alguien que a simple vista “parezca buena gente” y lo ayude a cobrar los 1 500 CUP de la jubilación. Luego de año y medio realizando la misma rutina cada mes, Luis aún no entiende estos aparatos donde entra tarjeta y sale dinero, ni se confía, porque su vista comienza a fallar y no puede darse el lujo de “meter el dedo donde no es”.

Hoy lo trae al banco un motivo diferente: la tarjeta se le desmagnetizó. También viene siendo hora de cambiarla, porque se está levantando el material que la reviste y fue un dolor de cabeza que el cajero la reconociera la dos últimas veces que lo utilizó.

Si le preguntan por la bancarización, la respuesta sale a secas. “Yo no entiendo este proceso. Para el que cobra poco, no es efectivo”.

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Tras el anuncio de la Resolución 111/2023 se incrementaron las operaciones en los cajeros automáticos. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.

La informatización de la sociedad cubana se desarrolla paulatinamente desde hace algunos años y ha sido identificada como uno de los tres pilares que respaldan la gestión gubernamental en el país. El cobro del salario a través de la tarjeta magnética, el uso de los cajeros automáticos o el pago de los principales servicios mediante Transfermóvil o Enzona no es novedad para los cubanos.

No obstante, desde el pasado 3 de agosto el tema de la bancarización ha comenzado a dominar la escena pública, a raíz de la Resolución 111/2023 del Banco Central de Cuba (BCC), que establece, entre otras novedades, 5 000 CUP como límite máximo por operación para transacciones en efectivo de actores económicos estatales y privados.

Se trata de un proceso gradual, estimado en seis meses, que planteó una respuesta al incremento de dinero en efectivo circulante fuera del banco, lo cual ha provocado en los últimos tiempos un retroceso en los niveles de bancarización. “La acumulación de efectivo fuera del banco alcanzó niveles muy altos, más allá de lo que necesita la economía”, reconoció Joaquín Alonso Vázquez, ministro presidente del Banco Central de Cuba en una Mesa Redonda, donde aclaró también que la Resolución 111/2023 no implica la desaparición del efectivo.

Varias fueron las reacciones en los días posteriores a la puesta en marcha de la Resolución. Aumentó la afluencia de personas a los cajeros automáticos y bancos, algunos de los negocios privados que aceptaban el pago por transferencia lo dejaron de admitir y hubo quienes, sacando provecho de las colas en los bancos y cajeros, comenzaron a vender CUP en efectivo, a cambio de transferencias por montos más altos.

Las instituciones estatales adoptaron medidas como la apertura de los bancos los sábados y domingos, la extensión del horario de servicio de los cajeros automáticos, la capacitación a la población en los Joven Club de Computación y Electrónica, el desarrollo de las ferias de comercio electrónico y la ampliación de los servicios de caja extra y código QR (que continúan en proceso de expansión). Además, han comparecido en los medios de comunicación directivos de las instituciones implicadas en las actividades de bancarización, para explicar al pueblo las nuevas opciones asociadas a este mecanismo.

Una encuesta realizada esta semana por Cubadebate, reflejó que, de 524 participantes, el 84% utilizaba alguna pasarela de pago electrónico, en contraste con el 16% que no lo empleaba.

Resulta que estas operaciones digitales son una tendencia en auge en el mundo. Según el Banco Interamericano de Desarrollo, tras la pandemia de covid-19, creció más de un 150% el tráfico de los sitios web de comercio electrónico de cinco de los principales mercados de América Latina y el Caribe. En el caso de la mayor de las Antillas, existen ciertas peculiaridades desde el punto de vista de infraestructura tecnológica y cultura del comercio electrónico.

¿Qué ocurre en las instituciones estatales?

Sucursal bancaria en el municipio de Playa. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.

Con la Resolución 111/2023, se favorece el acceso de las personas naturales a los cajeros automáticos, pues se prioriza en estos el cobro de salarios, chequeras, etc. Sin embargo, las colas en los bancos y cajeros siguen siendo un cuadro común en algunos municipios de La Habana.

Entre los cajeros automáticos rotos y a los que no les alcanza el dinero ante la demanda de la población, la situación se complejiza para quienes deben acudir varias veces a retirar el efectivo, tan necesario aún en las transacciones cotidianas.

Tal es el caso de Gladys, vecina del Cerro que, para comprarse un refrigerador en el mercado informal, tuvo que pasar dos días haciendo colas para retirar los ahorros de su cuenta. “En algunas sucursales tienen límites de 5 000 CUP, en otras de 2 000 CUP, en otras de 6 000 CUP. Eso depende. Con los cajeros automáticos también hay que ponerse de suerte, porque, si la denominación de los billetes es pequeña, se puede sacar muy poco dinero”, dice.

Experiencias similares ha tenido Carlos, vecino de San Miguel del Padrón, que la semana pasada estuvo desde las tres de la tarde hasta las seis y media en una de las sucursales bancarias cercanas a la Virgen del Camino para retirar efectivo de su cuenta. “Había dos cajas funcionando dentro del banco y un solo cajero automático prestando servicios que se rompía, lo arreglaban, y se volvía a romper. De a poco, entre el cajero y la caja, pude sacar mi dinero en efectivo, pero perdí una tarde de trabajo en eso”, comenta.

En una Mesa Redonda reciente, el vicepresidente del Banco Central de Cuba, Alberto Quiñones Betancourt, reconoció que el servicio de las oficinas bancarias es hoy crítico por varias razones, principalmente, por la creciente demanda de efectivo contra unos ingresos efectivos que no respaldan el quehacer de cada una de las sucursales.

Para paliar la situación en los bancos, Inalvis Smith Lubén, viceministra de Comercio Interior, explicó en una Mesa Redonda que se ha realizado un despliegue de las plataformas de pago electrónico, que alcanza alrededor de un 70% de los establecimientos de comercio interior del país, unidades gastronómicas, de servicios personales y técnicos, de alojamiento y bodegas.

Según José Manuel Valido, director de Comunicación Institucional de Correos de Cuba, en el caso de su institución, existe el servicio de código QR en 181 de las 741 unidades informatizadas del país. Mientras, la caja extra se ofrece en todas las provincias, en 164 de las 741 unidades informatizadas.

En la unidad de correo Habana 16 Oeste, en Playa, todos los servicios se pagaban en efectivo cuando Cubadebate visitó el centro. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.

No obstante, faltan unidades céntricas por poner en práctica estos beneficios, como el correo Habana 16 Oeste, en Playa, donde todos los servicios se pagaban en efectivo cuando Cubadebate visitó el centro, a inicios de este mes, y no había posibilidad de implementar la caja extra en ese momento.

En el mismo municipio, una de las bodegas que tiene habilitados la caja extra y el pago electrónico por código QR es el Supermercado 08, de la zona tres, en el consejo popular Cubanacán. No obstante, según su administrador Reiniel Terry, en los últimos cuatro meses (hasta el 5 de septiembre, cuando fue entrevistado) solo se había realizado una operación de pago electrónico.

“La mayoría de nuestros clientes son adultos mayores. Muchos no tienen teléfono o se sienten incómodos realizando el pago electrónico, porque están adaptados al efectivo. Les hemos hablado de los beneficios que pueden obtener comprando por código QR, como el 6% de bonificación. Ellos se pueden ahorrar algo de dinero y nosotros evitaríamos ir al banco con mucho efectivo. Pero, lamentablemente, a la mayoría no le interesa”, señala.

Terry explica que desde la dirección de Comercio le exigen a su bodega entre cuatro y cinco operaciones de comercio electrónico al día. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.

Terry explica que desde la dirección de Comercio le exigen a su bodega entre cuatro y cinco operaciones de comercio electrónico al día, pero es algo que no depende de su administración ni se puede obligar a los clientes a hacerlo. “Veo mal que me quieran cuestionar algo que no está en mis manos”, afirma.

Sobre ese tema, uno de los colaboradores de Cubadebate, el Dr. Luis A. Montero Cabrera, señaló en un comentario reciente que entre las cuestiones que desmotivan a la población de realizar pago mediante código QR está que, una vez que se paga por algunas de las pasarelas, el vendedor pide al cliente datos como el nombre, la cuantía, la hora y fecha exacta de la transacción y hasta el código alfanumérico de esta. Luego anota todo a mano, haciendo muy engorrosa una operación que debería ser más sencilla.

Donde sí será obligatorio el pago electrónico desde finales del próximo octubre es en los servicentros del país. En un recorrido de Cubadebate a inicios de este mes por el Oro Negro Almendares, en 13 y 84, Playa, de diez clientes entrevistados, todos iban a pagar el combustible en efectivo, a poco más de un mes del inicio de la eliminación de esa modalidad en los servicentros capitalinos.

La tendencia que aún existe al pago en efectivo fue confirmada por la cajera Ivett Moreno, quien afirmó que muchos de los clientes no están bien informados aún sobre el proceso de pago electrónico.

Quienes no compran combustible por esa vía, suelen hacerlo mediante tarjetas de salario y tarjetas de empresas.

Las tarjetas desechables no estaban disponibles en la unidad en el momento de nuestra visita y, según Moreno, a veces su calidad las hace difíciles de utilizar. “Se pasa trabajo para rasparlas y, si se raspa mal y no se distinguen los números, se complejiza más realizar la operación”, comenta.

De percances tampoco están exentas las tiendas en MLC, que desde su puesta en marcha operan con el pago a través de los Terminales de Puntos de Venta (POS, por sus siglas en inglés). “A veces tienes el producto que deseas ahí, pero no lo puedes comprar porque no hay conexión en las tiendas o porque se va la corriente y se detienen las ventas”, señala Enmanuel Domínguez, vecino de Marianao.

La tendencia aún era al pago en efectivo en el Oro Negro Almendares, cuando Cubadebate visitó el centro. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.

¿Cuál es la situación de los actores económicos no estatales?

La Resolución 111/2023 está dirigida fundamentalmente a empresas estatales, organizaciones superiores de dirección empresarial, unidades presupuestadas, cooperativas no agropecuarias, cooperativas agropecuarias, productores agropecuarios, agricultores individuales, pescadores comerciales, proyectos de desarrollo local, micro, pequeñas y medianas empresas, trabajadores por cuenta propia, artistas y creadores, las modalidades de inversión extranjera y las formas asociativas surgidas al amparo de la Ley de Asociaciones.

Para esos actores económicos, la normativa propone regulaciones en cuanto a límites máximos por operación, depósitos y extracción de efectivo.

“Las transacciones en nuestra economía tienen que ser bajo actividades lícitas, según establece la Constitución. Por tanto, en la medida en que se transparenten las operaciones y transacciones con el proceso de bancarización, estaremos dejando menos margen a las ilegalidades”, dijo el ministro presidente del Banco Central de Cuba en el programa Mesa Redonda.

La nueva normativa aboga, en buena medida, por dejar los cajeros automáticos a las operaciones de la población y que los actores económicos (estatales y no estatales) realicen sus transacciones comerciales a través de los canales electrónicos de pago, mecanismo aún incipiente entre ellos, de acuerdo con Julio Antonio Pérez Álvarez, director general de Operaciones y Sistemas de Pago del Banco Central de Cuba.

En otras palabras, los actores económicos operarán bajo cuentas bancarias fiscales y el efectivo solo quedará para operaciones menores entre ellos, con lo que debe haber más efectivo disponible para las personas naturales.

Todos los prestadores de servicios están obligados por el artículo 8 de la Resolución 111/2023 a ofrecer la alternativa de pago por vía electrónica, y tienen seis meses para implementar ese servicio los que aún no lo ofrecen. Según las autoridades del BCC, lo anterior busca darle facilidades al cliente de elegir el modo de pago que más conveniente le sea cuando accede a un establecimiento comercial.

Aún hay muchos locales que no cuentan con las condiciones tecnológicas para efectuar las operaciones comerciales de manera digital. También están los que aceptaban pagos por transferencia y, tras la puesta en marcha de la Resolución 111/2023, han retirado esa posibilidad o cobran un por ciento para aceptar los pagos por estos canales.

En una misma calle del municipio Playa, Cubadebate encontró dos casos diferentes: el del restaurante La Katrina, que solo acepta pagos por transferencia en MLC, y el de una dulcería, ubicada en 84 entre 7ma y 7ma A, que, desde sus inicios hace poco más de un año, acepta los pagos por transferencia en cualquier moneda, mediante código QR.

Las dependientes del último local comentaron que, a pesar de tener habilitada la opción del código QR, sigue siendo significativamente mayor el pago en efectivo, pues mediante los canales electrónicos demora más el proceso, e, incluso, para ellas se hace engorroso consultar el saldo de la cuenta cada cierto tiempo, operación que posee límites en plataformas como Transfermóvil.

Al respecto, directivos de Fincimex han informado que la entidad está en disposición de trabajar en sus redes de terminales de puntos de ventas con cualquier actor económico.

Para Raúl León, administrador de una cafetería en Habana del Este, cobrar a sus clientes por transferencia no es un problema. La dificultad se encuentra en el reabastecimiento de productos para su local. “Hoy mismo tengo que invertir alrededor de 50 000 pesos en refrescos, pero mi proveedor no acepta transferencia, porque pasa mucho trabajo después para sacar el dinero en efectivo y comprar la divisa que necesita”, comenta.

Para el sector privado y, fundamentalmente, quienes importan, el acceso a divisas convertibles se hace a través del mercado negro, por las pocas opciones que se presentan para adquirirlas legalmente. Lo anterior, sumado a las limitaciones del BCC sobre la cantidad de efectivo que pueden extraer los actores económicos, ha incrementado la resistencia de muchos a poner grandes sumas de dinero en el banco, pues necesitan que este circule, para comprar divisas y reabastecerse.

“A mi juicio, este es el principal problema de la bancarización. Por lo demás, es un proceso cómodo y efectivo para las personas que logren adaptarse a la evolución tecnológica que implica”, afirma Raúl León.

Tecnológicamente hablando…

Se ha realizado un despliegue de las plataformas de pago electrónico, que alcanza alrededor de un 70% de los establecimientos de comercio interior del país, unidades gastronómicas, de servicios personales y técnicos, de alojamiento y bodegas. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.

Entre 2019 y 2022 las operaciones digitales aumentaron en más del 50% en Cuba, pasando de representar el 11.37% del total, al 63.36%, informó Julio Antonio Pérez Álvarez, director general de Operaciones y Sistemas de Pago del BCC, en el programa Mesa Redonda.

Los cajeros automáticos, los POS, la banca telefónica, banca remota, Transfermóvil, Bolsa Mi Transfer y Enzona son canales electrónicos de pago a disposición de la población cubana. Para operar en cada uno se necesita una cuenta bancaria asociada a una tarjeta, o tarjetas prepagadas.

Transfermóvil ofrece alrededor de 60 servicios y cuenta con más de cuatro millones de usuarios, mientras que Enzona tiene registrados más de 800 000 usuarios y destaca por su bulevar de tiendas virtuales, que beneficia a los propietarios de negocios y sus clientes.

El habanero Manuel de Jesús Coca es uno de los beneficiados con el comercio electrónico y se cuenta entre el millón de cubanos que paga la electricidad por Transfermóvil. “La mayor ventaja es que puedo pagar el servicio a cualquier hora, sin necesidad de acudir a los establecimientos, por lo cual se facilitan las operaciones. Tal vez no estén todas las condiciones creadas para el proceso de bancarización, pero es hacia donde marcha el mundo y nosotros debemos ir en esa dirección también”, afirma.

El habanero Manuel de Jesús Coca es uno de los beneficiados con el comercio electrónico y se cuenta entre el millón de cubanos que paga la electricidad por Transfermóvil. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.

Entre las preocupaciones más reiteradas en cuanto al proceso de bancarización destaca la disponibilidad tecnológica. Aunque en Cuba existen más de 7.6 millones de líneas móviles activas, de las que unas 6.7 acceden a internet, aún hay un 17% de zonas habitadas sin cobertura móvil, y no todos los cubanos pueden acceder a un teléfono celular inteligente.

Las personas que no posean teléfonos móviles o quienes no tengan estos dispositivos inteligentes, podrán emplear el efectivo o el pago por tarjeta magnética, mediante los POS, refieren los directivos del BCC.

Cuestiones como la infraestructura inciden también en el proceso de bancarización. El vicepresidente del BCC, Alberto Quiñones, reconoció en la Mesa Redonda que no existen cajeros automáticos en 100 municipios del país, aunque eso no impedirá que las personas cobren su efectivo por otras vías, pues los cajeros “no son el centro de este proceso”.

Otro asunto a tener en cuenta es la seguridad de las operaciones. Si bien los desarrolladores han creado controles rigurosos para el empleo de plataformas como Transfermóvil y Enzona, los mecanismos de protección de datos deben continuar perfeccionándose para enfrentar los nuevos tipos de delitos que surgen en el entorno digital.

Realizar las operaciones de manera segura implica también evitar las fallas en el pago, o que las personas realicen su compra, se descuente el dinero y no aparezca registrado.

“No sé qué decir de los POS. Ayer compré un teléfono en Etecsa y pagué por tarjeta magnética. El POS me descontó el dinero en la tarjeta y la compañera que me atendió me dijo que debía pagar en efectivo, porque la transacción fue denegada. Le mostré las 10 últimas operaciones en Transfermóvil, donde aparecía que fue realizado el pago, pero terminé pagando doble el teléfono. Etecsa dice que el banco es responsable y el banco dice que es Etecsa. ¿Quién me paga mi dinero?”, señalaba en un comentario un lector de Cubadebate, identificado como Frank.

Cuestiones como la anterior deben resolverse por el camino en un proceso que, como toda obra humana, es propenso a fallos.

De momento, es fundamental la interacción con las personas, la capacitación que hoy desarrollan entidades como los Joven Club de Computación o los diálogos que se propician en las ferias de comercio electrónico, y permiten corregir errores.

La capacitación a los trabajadores del banco también se hace imprescindible, pues son ellos quienes interactúan con los clientes y pueden aclarar sus dudas o transmitir los planteamientos a sus superiores.

Con virtudes y defectos, pero sin marcha atrás

La economía cubana no dispone actualmente de todos los recursos para tener en funcionamiento la cantidad de efectivo que la población demanda. Por ello, entre los beneficios de la bancarización, se espera la disminución gradual de la circulación de dinero en efectivo, muy costosa por su impresión, transportación y manipulación.

También se espera que mejore el déficit fiscal del país. Según Juan Carlos Vilaseca Méndez, vicejefe de la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT), la bancarización representará más ingresos para el presupuesto de Estado, porque contribuirá a disminuir las conductas de evasión de impuestos.

Pero algunos tienen sus dudas con la digitalización de las operaciones. Un lector, identificado como Andrés San Román, indicó en un comentario a Cubadebate que en la primera etapa de la bancarización se debió dispensar al menos un 40% del salario en efectivo, para evitar que la población, de manera masiva, acuda a las instituciones bancarias, sobre todo el personal de sectores básicos como la salud y la educación, que no deben descuidar sus puestos laborales mucho tiempo.

“Como mismo debe ser la población quien escoja el medio de pago cuando acude a un establecimiento comercial, debieron dejarnos escoger, al menos a los adultos mayores, si queríamos recibir nuestra jubilación por tarjeta magnética. O incluirnos en esta modalidad de forma masiva cuando hubiera más condiciones. No es fácil estar horas en un cajero, a mi edad, para recibir poco más de mil pesos”, dice Ofelia, una habanera de 72 años.

A algunos, como al habanero Manuel González, le abruma que haya establecimientos -también estatales- que solo dejen pagar por transferencia y eliminen la opción del efectivo. “En la feria por el cierre del verano, en el Parque de Galicia, del Cerro, colocaron un puesto de ventas de Artex, donde comercializaban los productos solo por transferencia. Yo quería comprar algunos artículos que necesitaba, pero ya había sacado el dinero del salario de la tarjeta y no pude pagar en efectivo”, señala.

A pesar de sucesos como el anterior, que sesgan a una parte de la población cuando en las instituciones no existen las condiciones para implementar el pago electrónico obligatorio; y más allá cierta resistencia al cambio por parte de algunas personas, la insuficiente disponibilidad tecnológica, la falta de habilidades para manejar la tecnología y problemas técnicos como las fallas de conectividad; muchos cubanos ven en el ideal de la bancarización una manera de facilitar su vida y disminuir, en lo posible, las colas en los establecimientos.

La transformación digital de la sociedad cubana es un proceso que se ha extendido de forma natural en los últimos años y la Resolución 111/2023 viene a afianzarlo. “Hay que darle un tiempo a ver cómo funciona y si las cosas se reajustan”, dice la habanera Grisell Hernández. “La situación está tensa con el efectivo y el gobierno tenía que hacer algo. Aún es pronto para ofrecer una opinión completa. Esperemos que mejore el panorama para todos”.

En video, ¿qué pasa con la extracción de efectivo en cajeros y bancos?

(Tomado de Cubadebate)

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