“Nunca antes la humanidad tuvo un potencial
científico-técnico tan formidable, una capacidad de generación de riqueza y
bienestar tan extraordinaria, y nunca antes el mundo fue tan desigual y la
inequidad tan profunda.”
Tales fueron las primeras palabras que se escucharon este
viernes en la inauguración de la Cumbre de Jefes de Estado o de Gobierno del
Grupo de los 77 (G77) y China, que acoge La Habana.
“Las maravillas tecnológicas, que han hecho más pequeño al
planeta en términos de comunicaciones y distancias, coexisten con la enorme y
cada vez mayor distancia entre riqueza y pobreza, entre desarrollo y subdesarrollo”,
contrastó el orador, un singular dignatario de Cuba, del mundo, que ya no está
físicamente: el Comandante en Jefe Fidel Castro (1926-2016).
Ahora, a la distancia de siete años y para la apertura del
importante foro multilateral, los organizadores decidieron reponer, en video y
para todo el plenario del Palacio de Convenciones de La Habana, aquellas palabras del líder de la Revolución cubana, con las que inauguró el 12 de
abril del 2000 la Cumbre Sur, que también anidó en esta capital, con propósitos
esencialmente similares a los que centran ahora la cita de dos días.
Dignatarios de alto nivel de numerosos países, de organismos
multilaterales y organizaciones regionales e internacionales, llegados a la
principal urbe cubana, no han dejado de evocar al preclaro líder revolucionario,
bien en declaraciones a la prensa al arribar a tierra cubana, en encuentros con
las autoridades anfitrionas o en sus respectivos discursos en la fecha de
apertura de la cumbre.
“Y Fidel nos está recordando, con sus palabras, cuál es el
camino”, sentenció Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, al intervenir en la primera
fecha de esta Cumbre del G77 y China.
Ortega evocó el genio y fortaleza del Héroe Nacional cubano, José Martí, y del mejor discípulo del Maestro, Fidel Castro, de quien ensalzó “la conducción heroica” de la Revolución, que resiste el bloqueo que Estados Unidos le impone hace más de 60 años con el fin de “derrumbar a Cuba, destruir el modelo socialista, que es infinitamente justo, solidario, con su pueblo y con los pueblos del mundo”.
Precisamente, como explicaba el líder sandinista -y tantas
veces Fidel-, las armas del imperio se enfilan a destruir los ejemplos de
justicia y solidaridad, dos “materiales” indispensables para construir la
alameda que conduzca a la transformación radical de las condiciones actuales de
dominación y sojuzgamiento a que está sometido el Sur global por un puñado de
naciones industrializadas, las cuales deben gran parte de su alto estándar de
vida al saqueo de las riquezas de los países subdesarrollados.
Horas antes, tras su llegada a La Habana para participar en esta Cumbre, el presidente de Angola, João Lourenço Gonçalves, fue recibido por su homólogo cubano Miguel Díaz-Canel y habló con emoción de la reciente visita del dignatario caribeño al país africano y en la que abundaron las referencias a Fidel.
El mandatario cubano rememoró aquellos “momentos importantes que nos han unido en la vida y en la historia de nuestros países”, entre los cuales destacó el “legado histórico que se tejió por la amistad que fundaron Agostinho Neto y Fidel, y que continuó con la lucha de independencia de Angola, de Namibia y de otros pueblos africanos, y también de la desaparición del apartheid”.
Es “un gran placer estar aquí en Cuba, un país que significa mucho para Angola y para los angolanos, sobre todo por el hecho de que Cuba siempre ha estado junto a nosotros, principalmente en los momentos más difíciles”, subrayó el presidente João Lourenço Gonçalves, para resumir el agradecimiento eterno de los angolanos y habitantes de otros pueblos de África a la patria de Martí y Fidel.
En similares términos se manifestó Nangolo Mbumba,
vicepresidente de Namibia, en encuentro sostenido con su homólogo cubano,
Salvador Valdés Mesa, a propósito de la Cumbre del G77 y China.
Ambos dirigentes reconocieron los lazos de amistad, cariño y solidaridad que caracterizan las relaciones bilaterales fomentadas por el Comandante en Jefe Fidel Castro y el padre fundador y primer presidente de esta nación africana, Sam Nujoman, indicó el diario Granma.
Namibia agradece a Cuba por su aporte a la independencia y a
la reconstrucción de la nación africana, remarcó Mbumba, quien relató varias
anécdotas vividas durante visitas realizadas a su patria por Fidel, el General
de Ejército Raúl Castro y el presidente Miguel Díaz-Canel.
La Cuba de Fidel: faro del Sur global
La presencia de Fidel en el plenario del Palacio de Convenciones de La Habana se hizo sentir, muy emotivamente, en las palabras de Mia Mottley, primera ministra de Barbados.
Mottley deploró el bloqueo económico, comercial y financiero
que le impone Estados Unidos a Cuba, exacerbado al incluirse injustamente a esta
en la espuria, unilateral y arbitraria lista de países patrocinadores del
terrorismo.
“Hablo así porque en 1976 un vuelo fue víctima de un acto de terrorismo cuando despegaba de mi país, y cada año conmemoramos la muerte de estas personas”, dijo la dignataria ante los asistentes a la Cumbre, en referencia al sabotaje perpetrado por agentes de la CIA y que costó la vida a los 73 civiles a bordo de una nave de Cubana de Aviación.
“Yo tenía 10 años, y nunca lo olvidaré, como tampoco el momento en el que Fidel Castro vino a Barbados para develar el monumento junto a nosotros (…) Esto refuerza la idea de cómo funciona el mundo, donde los poderosos actúan a su libre albedrío”, reflexionó.
“No hay un lugar más apropiado para reuniones en estos
momentos que Cuba, país que ha sido uno de los faros del Sur global, con mayor
alcance de la ciencia y la tecnología, a pesar del bloqueo y el terrorismo que
ha sido aplicado contra ustedes”, afirmó Mottley.
El de Fidel, pueblo auténtico que abraza la causa palestina
Los fuertes nexos que unen a los pueblos de Palestina y Cuba se remontan a la entrañable amistad que compartieron el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y el líder palestino Yasser Arafat.
Tal verdad histórica fue subrayada por Mahmud Abás, presidente
del Estado de Palestina, en el recibimiento oficial y las conversaciones con su
homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel, a propósito de la Cumbre del G77 y China en
La Habana.
Recordó que, hace 50 años, Arafat viajó desde la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, a la Cuba de Fidel, como expresión “del gran amor y amistad del pueblo palestino hacia la Isla, y ahora nosotros, 50 años después, venimos a Cuba y partiremos hacia Naciones Unidas, como expresión de la amistad, del cariño que sentimos por este gran pueblo”, dijo un emocionado Abás.
“Es imposible olvidar la posición histórica de Cuba hacia
nosotros, a todos los niveles, desde el mismo momento en que surgió la causa
palestina y que se mantiene hasta hoy”, subrayó el jefe de Estado.
“Si algo significa este apoyo que se nos ha brindado, es que
este -el cubano- es un pueblo auténtico, y de verdad quiere a la causa
palestina”, resumió Abás, al agradecer la solidaridad de los cubanos, abonada por
el pensamiento y acción del Fidel.
Evocan visita de Fidel a Mongolia hace más de 50 años
La admiración por el líder histórico de la Revolución cubana se manifiesta desde las áreas geográficas más disímiles de la geografía mundial, como es el caso de Mongolia, cuyo presidente, Ukhnaagiin Khürelsükh, también invitado a esta Cumbre en La Habana, recordó las muestras de afecto y cariño del pueblo cubano.
Estas se expresaron tempranamente a través de la figura de
Fidel, quien visitó aquella nación asiática hace más de 50 años, como líder del
“primer país de Latinoamérica que reconoció a la República de Mogolia”, recordó
con orgullo Díaz-Canel, en la ceremonia en la cual dio el recibimiento oficial
al dignatario mongol.
Las grandes obras son para los soñadores
En su discurso en la Cumbre del G77 y China en La Habana, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, evocó al Comandante en Jefe Fidel Castro.
“Una vez más –dijo– uno ve al Banco Mundial y al Fondo
Monetario Internacional aplicando las lógicas ortodoxas que nos llevaron a este
estado de crisis, a este estado de concentración del ingreso en unos pocos, y
una distribución de la pobreza en millones de seres humanos de este mundo”, expuso
Fernández, al caracterizar una situación muchas veces denunciada por Fidel en
múltiples tribunas, tanto en Cuba como internacionalmente.
“Eso hay que terminarlo de una vez y para siempre (…) y nosotros acá desde el sur global tenemos en este momento una enorme herramienta, porque en el sur global está aquello que el mundo central está necesitando. ¿Qué necesita el mundo central? Necesita alimentos; necesitan energía; necesitan del litio”, prosiguió el dignatario sudamericano.
“Lo verdaderamente caro no es la ciencia, sino la
ignorancia. Seamos dueños de nuestro futuro. Unamos nuestros votos y busquemos
los cambios necesarios. Soñemos todos juntos para transformar esta realidad”,
convocó Fernández, quien concluyó con las siguientes palabras:
“Como afirmó Fidel Castro, las grandes obras las diseñan los ingenieros, pero las llevan adelante los soñadores. Persigamos un mundo más justo e igualitario”. (Francis Norniella Yaujar)