“La patria somos todos, y con ustedes crece”, expresó el presidente Miguel Díaz-Canel en la clausura de la IV Conferencia La Nación y la Emigración, que reunió en La Habana a 367 invitados de 57 países.
El jefe de Estado expresó
que el foro permitió realizar un balance
exhaustivo de lo logrado en el ámbito de los vínculos con los nacionales en el
exterior e identificar las áreas en las que queda por trabajar de conjunto,
pero constituye un nuevo punto de partida hacia metas superiores.
Señaló que estaba seguro
que todos los presentes en el plenario del Palacio de Convenciones de La Habana
compartían la apreciación que las relaciones entre Cuba y sus connacionales en
el extranjero atraviesan hoy por uno de los mejores momentos.
El árbol plantado hace 45
años es fuerte y vigoroso y protector como una selva, aseveró, al evocar el
primer encuentro de este tipo, promovido por el Comandante en Jefe Fidel Castro
y realizado en 1978.
Díaz-Canel aseguró que el
mundo ha cambiado, profundizado su proceso de transformación, y la presencia de
cubanos residiendo fuera del país es mucho más numerosa y variada.
Casi todos conservan su amor por la familia y la patria que los vio
nacer, manifiestan solidaridad hacia sus compatriotas, gracias a los protagonistas
de aquel primer acercamiento en 1978, y los que vinieron después en
intercambios más frecuentes, abiertos, que cada vez transcurren de manera más
natural, señaló, citado por la Agencia Cubana de Noticias.
El presidente cubano se
refirió a las afectaciones del bloqueo económico, comercial y financiero que
impone el Gobierno de Estados Unidos y las consecuencias de la inclusión de
Cuba en la espuria y unilateral lista de Estados patrocinadores del terrorismo;
no obstante, los cubanos trabajan, el país se transforma y resiste.
Reconoció a los presentes
que pelearon sin descanso para que se hiciera justicia, porque todo acto de acercamiento
y solidaridad con la patria será el más sentido homenaje a los mártires y a
otros compatriotas que se entregaron completamente a la misión martiana de
alcanzar la unidad en pos de la defensa de la nación y su soberanía.
Habló del esfuerzo y la
invencible creatividad del cubano, y de la obra de seis décadas, de la
solidaridad que da y recibe la Isla desde todos los rincones del planeta de las
personas de buena voluntad que la acompañan en la pelea contra el bloqueo, para
satisfacción y alegría en primerísimo lugar de las cubanas y cubanos que tienen
a la patria geográficamente lejos, pero sentimentalmente en el centro de sus
corazones, agregó.
Interrumpido en varios
momentos por los aplausos y frases de apoyo por los participantes, el presidente
dijo:
En nombre de nuestro pueblo, les reitero que el compromiso de fortalecer los vínculos con los cubanos que viven en cualquier latitud del mundo es invariable y es irreversible, los invitamos a sumarse con energía renovada a esta nueva etapa en defensa de Cuba. Todos los que quieran construir y aportar a esta obra colectiva que es la Revolución Cubana siempre serán bienvenidos.
Cuatro paneles sesionaron este fin de semana sobre temas de interés común, y los invitados recibieron una pormenorizada explicación de la realidad del país, las transformaciones económicas, la comunicación social y la tecnología, el desarrollo socioeconómico y las inversiones y la cultura y la identidad nacional. (Redacción digital)