La Biblioteca Rubén Martínez Villena, ubicada en el Centro Histórico de La Habana, desarrollará el coloquio Bibliotecas y memoria histórica, el próximo 14 de noviembre.
Es propósito de la cita dialogar sobre los resultados investigativos de
los bibliotecarios y las bibliotecas públicas de la ciudad de La Habana en
materia de contribución a la memoria histórica.
El evento forma parte de las
jornadas dedicada a la celebración del aniversario 504 de la villa de San
Cristóbal de La Habana,
precisamente, cuando el objeto social de estas instituciones de carácter
público ha sufrido una innovación en los modelos de consumo, expansión y
diversificación de la información debido a la llegada de la era Internet.
En Cuba, las bibliotecas han constituido a lo largo de varias épocas un
pilar básico en el estudio, socialización y búsqueda de datos y pasajes de la
historia y la cultura, que han quedado en el silencio tras años de legajo en la
memoria de los bienes y servicios de varias instituciones públicas, como suele
ser el Archivo Nacional de Cuba, refiere la emisora Habana Radio.
Desde tiempos pretéritos fueron las bibliotecas, los bibliotecarios e
investigadores una suerte de sacerdocio en la conservación y socialización de
los fondos antiguos que servían de testimonio físico a la sobrecogida de
pasajes inéditos de la historia, ya fuesen exclusivos de una localidad,
comunidad, personalidad y hasta de la propia nación.
Parece evidente, a la luz de la
experiencia de estos años, que los libros, fondos y documentos de mera
información textual de los más diversos contenidos siguen siendo fuente
primaria de información para los que aprecian el estudio de lo desconocido, y de lo que necesariamente, debe ser reinterpretado
de acuerdo con las circunstancias de la época contemporánea.
Hacer un exhaustivo repaso coloquial a los desafíos, resultados y
proyecciones del servicio de las bibliotecas en la ciudad, y en especial, las
que están próximas al centro histórico es una invitación de lujo, para analizar
cuál debería ser el rumbo futuro de quienes piensan y hacen el servicio público
de las bibliotecas.
Una premisa de trascendencia para la investigación, o mejor aún, para una importante y casuística labor que advierte la necesidad de observar a futuro los juicios de la memoria histórica, ese espacio de temas y materias, donde el mayor valor a conservar y preservar está en el conocimiento de las personas para transformar mañana las instituciones, servicios y bienes patrimoniales. (Redacción digital)