A 129 años de la
reanudación de las guerras por la independencia nacional, los dirigentes de La
Habana reafirmaron su compromiso con el pueblo y la patria, al firmar este
sábado el Código de Ética de los Cuadros de la Revolución cubana.
El Palacio de los Matrimonios del Prado, de Centro Habana, acogió la solemne ceremonia, similar a las realizada simultáneamente en todas las provincias y presididas por las máximas autoridades políticas y gubernamentales de los respectivos territorios, en coincidencia también con la de nivel nacional, que encabezó la alta dirigencia del país.
Este acto refuerza el
compromiso moral de todos los cuadros, como servidores públicos del pueblo que
representan.
Se exige de los cuadros una conducta ejemplar, de elevados valores morales y un claro sentido del deber, en el contexto de la actualización del modelo de desarrollo de Cuba, en condiciones de mayor descentralización, de surgimiento de nuevos actores económicos y en un complejo escenario económico, político y social.
En estas circunstancias se reafirma, con la rúbrica del Código de Ética, la necesidad de mantener una postura combativa y promover y preservar los valores morales, como fundamentos esenciales y conquistas de la Revolución cubana.
Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba en La Habana, expuso en la ceremonia la significación de la ceremonia.
Este acto, dijo, patentiza la responsabilidad de los cuadros y dirigentes de mantener un comportamiento ejemplar, actuando acorde con los principios de la Revolución, como única forma de legitimarlos, tanto en el desempeño del cargo como en la vida personal y social.
Se inscriben en este documento las acciones éticas a las que convoca la Revolución Socialista por su naturaleza popular y objetivos estratégicos, raigalmente humanistas y solidarios.
Estas pautas cultivan la dignidad y sensibilidad de las personas desde posiciones marxistas leninistas, martianas y fidelistas, en correspondencia con los más altos valores, expuestos en el Concepto de Revolución expresado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, que los cuadros juraron cumplir como eterno compromiso de lealtad a sus ideas, convencidos de que ser revolucionario entraña no violar jamás principios éticos.
(Milena Céspedes Milán. Foto de la autora)
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