Hoy en mi Habana el 21 de marzo

Hoy en mi Habana el 21 de marzo


1837. Fallece el abogado y economista Francisco de Arango y Parreño.

Colaboró para la fundación de la Sociedad Patriótica, luego llamada Sociedad Económica de Amigos del País. Fue director del Real Consulado de Agricultura, Industria y Comercio.

En 1794, se le nombró síndico perpetuo del Real Consulado de Agricultura y Comercio, instalado en 1795 y creado a instancia suya, donde desplegó una importante actividad, tanto en el terreno económico como en el social.

Cursó estudios en el Seminario de San Carlos y en la Universidad de La Habana.

Después continuó su superación y se graduó de abogado en Madrid, España.

Se desempeñó como Alférez Real del Ayuntamiento de La Habana y asesor de la Factoría de Tabaco.

También desarrolló una actividad de carácter político.

 

1879. Fue fundada la Sociedad Odontológica de La Habana.

Fue la primera agrupación de profesionales cubanos dedicados al estudio de las enfermedades de los dientes y de su tratamiento.

Representa el primer culto científico al progreso de la ciencia dental en Iberoamérica.

La actividad desarrollada en su seno por el mejoramiento de la profesión abarcó muchos aspectos y trajo consigo innumerables beneficios.

Entre otras acciones llevadas a cabo por sus integrantes, sobresalieron la fundación de bibliotecas, la publicación de trabajos científicos, la creación de colegios y academias dentales, la participación en eventos científicos, la prestación de servicios gratuitos a las personas de pocos ingresos, la atención y el apoyo directo a los estudiantes y recién graduados de la disciplina y la creación, en 1882, de un Diccionario de Medicina, Cirugía y Prótesis Dental.

Otro logro de la institución fue la puesta en circulación, en julio de 1879, de un órgano de publicidad que, bajo el título de Anales de la Sociedad Odontológica de La Habana, se convirtió en la primera revista sobre estomatología genuinamente cubana.

 

1962. En el Teatro Chaplin, hoy Karl Marx, le entregan al Comandante en Jefe Fidel Castro el Premio Lenin por la Paz.

La distinción la recibió de manos del científico Dimitri Skobeltam, de la entonces Unión de Repúblicas Socialista Soviética.

En el acto, se encontraban presente miembros de la Dirección Nacional de las Organización Revolucionaria Integrada (ORI) y del Consejo de Ministros, representantes del Cuerpo Diplomático y delegados de países extranjeros.

El primer orador fue el doctor Juan Marinello, miembro del Comité de los Premios Internacionales Lenin y rector de la Universidad de La Habana.

 

2001. Fallece en La Habana la prestigiosa escritora Dora Alonso.

Tuvo una formación autodidacta. Desde muy joven, motivada por las costumbres de la familia, principalmente de su madre, disfrutó sus primeras lecturas literarias, al extasiarse con obras de grandes de la literatura universal.

En 1936, escribió su primer cuento largo titulado Humildad, inspirado en un relato que le contó su abuela negra, quien fue en realidad la nodriza que la atendió.

Con ese cuento, obtuvo el primer premio en un concurso auspiciado por la revista Bohemia. Su primera novela para la radio fue Entre Monte y Cielo, de temática campesina, que obtuvo gran éxito.

En 1961, obtuvo su primer Premio Casa de las Américas, con su obra Tierra inerme y en 1980 con su libro El valle de la Pájara Pinta.

Es la autora cubana para niños más traducida y publicada en el extranjero. Por su labor, recibió diversos reconocimientos, como la Orden Félix Varela de Primer Grado, la Medalla Alejo Carpentier, la Distinción por la Cultura Nacional y el Premio Nacional de Literatura.

Hoy en mi Habana el 21 de marzo

Era tan cubana como las palmas de su patria. Ella misma lo contó muchas veces. No hacía más que dejar en el papel lo que le sustentaban sus memorias. Ahí radicaba gran parte de sus éxitos, publicó un artículo de Cubarte, que reseña las siguientes palabras de Dora Alonso:

“Todo por lo que luché y escribí es lo que tenemos hoy en nuestra Cuba. Te lo digo porque viví el esclavismo en los cuentos de Namuní, mi nana, y la seudorepública, con todos sus dictadores feroces y sus ladrones botelleros, en carne propia. Así, si te preguntan, diles que soy una vieja revolucionaria que aún escribe cuentos de aparecidos y cree en la Pájara Pinta. Y quien le busque las manchas al Sol… qué equivocado vive”.

(José Pérez-Galdós Ortiz/Ecured y Cubarte. Ilustración: red social X)

FNY

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