Los Leones de Industriales, representativos de La Habana en
la Serie nacional de Beisbol de Cuba, han visto apagarse sus rugidos por estos
días, al perder dos subseries particulares seguidas e hilvanar una larga
cadenas de derrotas consecutivas en esta campaña.
El primer resbalón fue ante unos Leopardos de Villa Clara, que
parecían mansos por su bajo poderío ofensivo, y luego contra esos verdugos
Alazanes granmenses, que producen más que nadie con el madero en ristre,
comenta el diario local Tribuna de La Habana.
La manada capitalina
se ha desplomado en todos los aspectos de juego, y aquellos números esperanzadores
que arrojaron en el tercio inicial del calendario regular se fueron por los
desagües de los estadios Augusto César Sandino y Latinoamericano.
Ahora mismo, la crisis es total. A la nave azul le entra
agua por cualquier hendidura y, si no ha naufragado aún, es por el impulso que
logró en los primeros partidos.
Después del pleito del jueves último, la tropa de Guillermo
Carmona era la número 12 en promedio de bateo (.286), la 14 con corredores en
las almohadillas (.277), y la efectividad de carreras impulsadas con hombres en
posición anotadora había bajado a un 22.15 por ciento.
Desde el montículo, las cosas andan aún peores, sobre todo
por la labor de sus rescatistas que están dejando escapar las victorias en las
postrimerías.
El staff de
relevistas ha permitido 5.76 carreras limpias cada nueve entradas (oncenos en
ese apartado), exhibe un alto promedio de bateadores embasados por capítulo
(Whip) de 1.85 (lugar 13) y regalan 6.83 bases por bolas por juego, los peores
del torneo.
La defensa, para rematar, también ha estado en problemas,
con 38 pifias cometidas que han provocado 20 anotaciones sucias, y un average
de fideo de .966, décimos del campeonato.
Con esa progresión, no tardarían en caer fuera de la línea
roja que delimita la zona de clasificación a la postemporada, pero el béisbol
no es una ciencia exacta ni mucho menos.
Este tipo de crisis suelen ocurrirles a los equipos en los
eventos beisboleros de larga duración, y ya sabemos, por experiencia histórica,
que los azules son capaces de vencer al mejor de los rivales y caer ante
cualquier desconocido.
Sin embargo, en esta oportunidad el optimismo industrialista está afectado por la cantidad de ausencias
que sufre la escuadra y la incertidumbre que envuelve a sus atletas lesionados.
En los últimos años, hemos visto remontadas increíbles, a
peloteros que recogen la bandera azul de la arcilla y se tiran la manada a
cuestas y todo tipo de historias épicas que han levantado la moral del equipo
más ganador de trofeos de la pelota cubana.
No sabemos si eso ocurrirá en esta temporada, y podrán
sacudirse el polvo de tantas derrotas en línea para continuar su rumbo a la
tierra prometida de los playoffs o si los sustitutos no tienen la capacidad de
empujar a un equipo como este.
Pero una cosa es segura: a los Leones hay que “matarlos” en
el terreno. (Redacción digital. Foto:
Tribuna de La Habana)
ARTÍCULO RELACIONADO
Industriales de La Habana: de capa caída en Serie Nacional de Beisbol (+ infografía)
RSL