Claudia Dianne Pintueles Zayas, jefa de Servicios Navales de la Sociedad Clasificadora de Registro de Buques, encargada de la supervisión en el terreno, adecuadas operaciones en el mar y otras tareas, constituye ejemplo en Cuba del empuje de las mujeres en la sociedad.
Graduada de la Academia Naval Granma, en La Habana, como ingeniera mecánica en la especialidad de Construcción
Naval, desde niña soñaba con el mar, y la vida condujo sus pasos a la profesión
en la cual es hoy referente de la ingeniería naval en la nación caribeña.
En declaraciones a la Agencia Cubana de Noticias, contó que le apasiona la operatividad y, a pesar de los
sacrificios que impone la labor, disfruta las maniobras, la inspección de
mecanismos navales y todo el trabajo de prevención ante la contaminación del
mundo marino por daños o deterioro de las embarcaciones.
Si bien es un trabajo con mayoría masculina, la ingeniera
detalló que no hay competencia, solo ayuda y protección, muchas misiones las
dirigen mujeres porque se reconoce el esfuerzo y la observación crítica, no es
tarea fácil dedicarse al trabajo naval, tiene grandes desafíos, pero ninguno es
imposible, aseguró.
Pintueles Zayas comentó sobre el apoyo familiar que se necesita para recargar fuerzas, avanzar con
ímpetu y sentir orgullo por el cumplimiento del deber, porque son jornadas
largas, tanto en la oficina como a bordo de las embarcaciones, y se sufre la
distancia, sin dejar de ocuparse de cada responsabilidad.
Con 31 años de edad, la mujer de mar explicó que constituyen
un equipo por todo el territorio cubano de colegas acreditadas en varias
categorías desde inspectoras técnicas, supervisoras, hasta jefas de procesos,
reglas y proyectos, a quienes reconoce y rinde homenaje en este aniversario de
la fundación de la Federación de Mujeres Cubanas. (Redacción Digital. Foto: Agencia Cubana de Noticias)
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