Con motivo del aniversario 135 del natalicio de Emilio Roig de Leuchsenring (1889-1964), primer historiador de la Ciudad de La Habana, el Palacio de Lombillo acoge la exposición Voces de igualdad: el legado de Emilio Roig y las mujeres cubanas.
La muestra, que distingue el recinto que utilizó Roig de
Leuchsenring como su oficina, fue inaugurada el 23 de agosto último,
aniversario 64 de la Federación de
Mujeres Cubanas.
Grisel Terrón Quintero, directora de Bienes Patrimoniales de
la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), explicó a la Agencia Cubana de Noticias que, desde
hace varios años, la Subdirección de Patrimonio Documental de esa institución
incorpora a su trabajo el enfoque de género.
Contar con buena parte de la papelería histórica de Cuba ha dotado al equipo una visión clara
sobre la necesidad y la importancia de la igualdad y de lucha por los derechos
de las féminas, significó.
Terrón Quintero, quien encauzó su tesis doctoral en Gestión
del Patrimonio hacia las colecciones de Roig de Leuchsenring, descubrió un
vínculo notable entre el historiador y la temática femenina.
Siempre me interesó poner en valor y transmitir ese hallazgo que tuve
sobre este intelectual y su tratamiento, desde diversas aristas, a la
problemática de las mujeres, comentó.
Ese bagaje, unido a la sistematización de los estudios de
género y las investigaciones de la curadora
de la muestra, Natacha Moreira, trajo como resultado la concepción de Voces de igualdad: el legado de Emilio Roig
y las mujeres cubanas, detalló la especialista.
Se trata de una exposición soñada, en la cual aparecen
materiales documentales, como una peculiaridad con la que cada 23 de agosto la
OHCH y su Subdirección de Patrimonio
Documental homenajean al primer historiador de la urbe a propósito del
aniversario de su natalicio, apuntó.
De archivos y bibliotecas se obtuvieron esos bienes, incluidos
libros, cartas, revistas y fotografías que tienen como hilo conductor a las
mujeres, vistas como centro en las relaciones que tejió con ellas Roig de
Leuchsenring, desde el punto de vista profesional e intelectual, señaló Terrón
Quintero.
Desde publicaciones como Social, Carteles, Vanidades, El Mundo y el Diario de la
Marina, además de los prólogos y proemios dedicados a publicaciones de
féminas, Roig de Leuchsenring indagó en temas sociales candentes y puso las
páginas de la revista Social a disposición de la vanguardia femenina,
representada por Mariblanca Sabas Alomá, Ofelia Rodríguez Acosta, María Villar
Buceta, Leonor Barranqué, entre otras.
Para él, cabían todas desde las más humildes hasta las más
prominentes, entre ellas su esposa y colaboradora, María Benítez, y la
historiadora y periodista Raquel Catalá.
Según la directora de Bienes Patrimoniales de la OHCH, en la
exhibición sobresale la postura de Roig de Leuchsenring ante las problemáticas
de las mujeres, pues se distingue en su pensamiento y acción la lucha por las libertades femeninas.
La batalla del historiador por la igualdad de género,
mediante su producción bibliográfica y campañas públicas, es quizás una de sus
facetas menos conocidas, enfatizó.
Él trabajó en función de que el adulterio no se considerara
un delito, así como también para que la mujer pudiera proponer el divorcio, sin
depender de la voluntad masculina, desde la legalidad, y que tampoco perdiera
su apellido en el momento de casarse, y habló en sus textos de la prostitución
y de las madres solteras, añadió.
La especialista consideró que todos los materiales
recopilados en Voces de igualdad: el
legado de Emilio Roig y las mujeres cubanas devienen aportes para la
sistematización de los estudios e investigaciones sobre el historiador y del
enfoque de justicia que depositó en las instituciones que dirigió.
Un proyecto como la OHCH, fundado por él, tuvo como
protagonistas a las mujeres desde el primer momento, pero la mayoría aún son
desconocidas, dijo.
Es una exposición cuya finalidad es indagar en las luchas
sociales históricas y despertar el interés en quienes tienen vocación de
igualdad y justicia, resaltó.
Sin colocarle la etiqueta de feminista, Terrón Quintero
prefiere al Roig de Leuchsenring que, más allá de los prejuicios propios de su
tiempo, rompió paradigmas y fue un
librepensador por encima de los temas políticos.
Las luchas del primer
historiador de la Ciudad de La Habana no solo se centraron en la mujer,
sino también en las libertades individuales de todos los seres humanos,
aseveró. (Redacción Digital. Foto: red social X)
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