La mayor alegría para Erika Melisa Tortoló Molina, tras el paso del huracán Rafael, ha sido regresar a clases en compañía de sus amigos, quienes cursan el quinto grado en la Escuela Primaria José Martí, del municipio capitalino de Playa.
Está niña narró a la Agencia Cubana de Noticias su reciente experiencia con los vecinos de la comunidad de Buenavista y los linieros que allí laboran en función de la recuperación.
Desde el balcón de su hogar, la pequeña de 10 años ha sido testigo de las intensas jornadas de trabajo desplegadas por la brigada de profesionales y asegura que cada día son más notables los avances con la recogida de árboles y postes.
Erika Melisa contó que lo más impactante es la solidaridad con que la comunidad trata a los linieros y la confianza depositada en ellos.
En esos trabajadores, ella ve la solución para regresar pronto a su vida habitual, con electricidad para poder jugar y hacer las tareas escolares con normalidad, aseguró.
Bárbara Molina López, madre de Erika, reconoció la prontitud con que llegó la brigada a la zona y agradeció los esfuerzos por restablecer el servicio.
Para los vecinos es prioridad garantizar el bienestar del equipo, por lo cual intentan asistirlos en todas sus necesidades y tratar de que se sientan lo mejor posible, resaltó.
Ante cualquier circunstancia, la humanidad siempre ha sido un valor característico de los cubanos, agregó. (Redacción Digital. Foto: ACN)
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