Martha de la Caridad Bravo Reyes es una capitalina empoderada en la industria agroalimentaria desde hace 20 años, con desempeño siempre en ascenso.
Ella ha tenido
una trayectoria laboral en alza, cuyo pináculo alcanza hoy como directora de la
Unidad Empresarial de Base (UEB) Torrefactora
de Café Regil, ubicada en el municipio de Guanabacoa, en el noreste de La
Habana, entidad perteneciente a la Empresa de Comercialización y Torrefacción Cubacafé.
Pocos como ella
disfrutan los éxitos del colectivo que la acompaña o sufren tanto los reveces. Su
rostro se sobrecoge cuando se hace referencia a que la entidad que lidera
incumplió en 2024 el plan de producción, no obstante haberse laborado con
denuedo, eficiencia y calidad.
Sus cerca de 70
trabajadores llaman “Marthica” a esta morena de carácter afable, aunque algo
recia cuando se trata de exigir que las cosas salgan bien para cumplir
objetivos trazados, como apoyar la producción de café mezclado para la canasta
básica familiar, sin dejar de entregar la marca Guantanamera, producto
puro para cadenas de tiendas, turismo y otros sectores del mercado cubano.
Esta mujer llegó en el año 2005 a la Empresa de Café Regil, donde su entonces director, Roberto Delgado, le enseñó el arte de recibir la materia prima del sector agropecuario, seleccionar, tostar, moler y comercializar el polvo motivador para lograr un néctar negro que respondiera a la demanda del más exigente paladar.
Se trata de una fémina laboriosa que, con mucha responsabilidad, atiende el proceso productivo del café procesado en la UEB Regil.
A pesar de sus ocupaciones como directiva, también dedica tiempo para ayudar a su hija, joven muy enfrascada en la preparación de su tesis universitaria para titularse próximamente como doctora en Ciencias.
Dicen, en buen cubano, que “hijo de gato caza ratón”, y no significa que la hija de Martha sea trabajadora de la rama agroalimentaria, pero si una profesional de alta graduación, como su mamá, que ya ostenta la categoría de máster, y en su quehacer cotidiano busca tiempo para transmitir a sus bisoños trabajadores la experiencia que les permita aprender más.
Esta notable dirigente es de las que para poco dentro de su oficina; hay que buscarla reiteradamente en las áreas de resultados claves, fundamentalmente la de producción, donde laboró y ocupó responsabilidad administrativa.
Ella considera
que se debe estar allí, donde se decide el éxito, haciendo las cosas bien, a
fin de que el máximo esfuerzo se traduzca en el aroma de un buen café. (Ramón Lantigua
Arcis. Fotos del autor)
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