Vicente de la O Levy, ministro cubano de Energía y Minas, concedió una detallada entrevista al diario Granma, para responder y explicar varias interrogantes sobre la progresiva recuperación de la generación de electricidad, de las inversiones en curso, de su sostenibilidad, de lo que más rápido aportará a revertir la crisis actual, y de la revitalización de otras fuentes que diversificarían la matriz energética del país.
Radio Ciudad de La Habana reproduce a continuación la décima y última parte de la extensa entrevista:
–Decía el director de la
Unión Eléctrica que se han montado 22 de los 33 generadores previstos, lo que
representa 33 MW.
–Exactamente,
deben completarse estos 33 MW de generación eólica.
–¿Y no hay más perspectivas
en este tipo de generación?
–Sí hay más
perspectivas, lo que pasa es que en el diseño que hicimos decidimos empezar por
la energía solar, porque la energía eólica es un proceso inversionista muy
costoso, que en el tiempo demora más, y es más caro sostenerla, porque son
equipos que trabajan, y el panel no, el panel es una cosa estática.
“Ah, sí es verdad
que da más generación que el panel solar. ¿Por qué? Porque el panel funciona
cuando hay sol, y el aerogenerador trabaja lo mismo de día que de noche,
mientras haya viento. Y la potencia de los aerogeneradores es mucho más grande.”
–De un megawatt por
aerogenerador…
–Y más también.
Ya en el mundo hay aerogeneradores de 2 MW, de 3 MW. Incluso más grandes, no
comerciales todavía, pero sí en proyectos, sobre todo en el Mar del Norte, con
cinco y seis megawatts. Pero decidimos empezar en Cuba por la energía solar.
–Permítame detenerme en el
tema de la hidroenergía. Cuba llegó a tener, sobre todo en zonas intrincadas,
una infraestructura bastante estable de micros y minihidroeléctricas, de
pequeñas centrales hidroeléctricas y, por supuesto, la central hidroeléctrica
de Hanabanilla, que usted explicó que es decisiva en la estabilización del SEN.
¿Se deterioró esa red? ¿Cuál es su estado actual?
–En el país hay
unas 170 unidades de generación a partir de la hidroenergía que tienen un nivel
de disponibilidad que no está mal.
“Sí hay algunas
de las grandecitas, digamos de 800 kilowatts (kW), de 500 kW, a las cuales hay
que cambiarles cosas; pero eso ha sido un éxito rotundo; sobre todo porque la
gente que se beneficia directamente de ellas las atiende, las cuida.
“En un análisis
reciente de ese frente, calculamos que necesitamos en total unos 700 mil dólares para las piezas que hay que buscar; pero fíjate, son más de 170
unidades en el país, y 700 mil no es mucho dinero, porque una sola de las
pequeñas centrales llegó a demandar medio millón de dólares. Lo demás son
piquitos: correas, rodamientos, pero lo cierto es que hay un porciento alto de
disponibilidad. Y eso da servicio a muchas viviendas en el país.”
–¿Entonces no es un frente
desatendido?
–No, no lo es;
todo lo contrario.
–¿Y hay planes para ampliar
esa red?
–También. Incluso
ahora, con los insumos del parque eólico de Herradura 1, vienen los recursos
para terminar la pequeña central hidroeléctrica de la presa Alacranes, una
inversión que se quedó pendiente.
–Última pregunta. Con todas
estas inversiones, sobre todo en fuentes renovables, ¿cuánto se adelantaría el
cambio de matriz energética en Cuba al compromiso de llegar a 2030 con el 24 %
cumplido?
–Se cumple y se
sobrepasa. Oficialmente está inscrito como 24 por ciento. Solo digamos que se
sobrepasará… y con creces.
–Ministro, le agradezco por la oportunidad.
(Tomado del diario Granma. Foto: periódico Escambray)
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