Un acto vil y cruel resultó la explosión del buque La Coubre el 4 de marzo de 1960 en la rada habanera, cargado de armas y municiones para la defensa de la joven Revolución conquistada por los cubanos.
Fue una acción terrorista,
organizada y ejecutada por el imperio estadounidense y sus acólitos.
Las
investigaciones señalan que, hubo dos explosiones, que produjeron en total cerca de un centenar de muertos y más
de 400 heridos. La segunda fue más mortífera, teniendo en cuenta que ya habían
acudido muchas personas para el auxilio de las víctimas de la primera.
Aquel constituyó un
acto terrorista de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos para impedir que la naciente Revolución se
fortaleciera militarmente.
PATRIA O MUERTE FUE LA
RESPUESTA
Soldados del
Ejército Rebelde, de la Policía Nacional Revolucionaria, bomberos y pueblo en
general acudieron a prestar ayuda en la extinción del fuego en el vapor La
Coubre.
Solidaridad,
entrega y respaldo total demostró el pueblo habanero ante tamaña acción
terrorista orquestada por el imperialismo yanqui.
Frente al intento
de aterrorizar al pueblo cubano para que desistiera del esperanzador camino
recién emprendido, la respuesta expresada por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en el sepelio de las víctimas,
fue la de resistir y luchar hasta la última gota de sangre.
Ello quedó
resumido a partir de ese día y para siempre en el grito de Patria o Muerte,
consigna que acompaña la gallardía y entereza del pueblo en la defensa de su
proceso revolucionario. (Redacción Digital, con información de Radio Reloj. Imagen de portada: periódico Escambray)
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