2001. Fallece en La Habana Eduardo Robreño.
Tuvo el don de la palabra para trasmitir anécdotas, vivencias y contar disímiles historias de personajes y hechos de la vida del pueblo cubano, a través de conversatorios y libros.
Fue la estampa del cubano conversador por excelencia, pues cautivaba al público y los lectores por la manera picaresca y llena de sabor criollo utilizada en su obra costumbrista, oral y escrita.
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1598. Se efectuó en La Habana la primera representación de una obra de teatro.
Ocurrió en una barraca situada cerca del Castillo de la Real Fuerza, fortificación militar más antigua de la ciudad.
La obra tuvo por título Los buenos en el cielo y los malos en el suelo y constituyó un homenaje al entonces gobernador de la Isla de Cuba, Juan Maldonado.
1939. Nace en La Habana Antonio Briones Montoto.
Procedente de una familia patriota, desde muy joven evidenció su rechazo a los Gobiernos sumisos a los intereses de Estados Unidos.
Su quehacer revolucionario creció después del golpe de Estado llevado a cabo por Fulgencio Batista, en 1952. Fue protagonista de las más encarnizadas luchas estudiantiles que se desarrollaron en la capital contra la dictadura batistiana.
Después del triunfo de la Revolución, se incorporó a las tareas para la construcción de la nueva sociedad. Fue combatiente internacionalista en territorio venezolano.
1960. El Comandante en Jefe Fidel Castro realiza una comparecencia en el canal 2 de la Televisión Cubana.
En su intervención, Fidel señaló: “¿Pueden los japoneses olvidar aquel crimen de Hiroshima y Nagasaki? ¿Qué justificación pudo haber tenido aquel ataque contra la población civil, contra las mujeres y los niños y los ancianos, que eran inocentes? Una sola justificación, que hoy se comprende. Un propósito: el propósito de dominio político mundial. Aquellas dos bombas se usan contra dos ciudades, y se arrasan simplemente para sembrar el terror, para garantizar la supremacía política y militar de la nación, que al ir a desembocar en la paz ya estaba pensando no en la guerra que se ganaba, sino en el reparto del mundo después de aquella guerra”.
1960. Se estrena en la sala Covarrubias del Teatro Nacional la obra Suite Yoruba.
Su autor fue el coreógrafo Ramiro Guerra. Constituyó un clásico contemporáneo y fue interpretada por integrantes del Departamento de Danza del Teatro Nacional de Cuba, que fuera creado en septiembre de 1959, precisamente bajo la dirección del propio Ramiro. (José Pérez-Galdós Ortiz. Foto: La Jiribilla)
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