Cada agosto, las ceremonias previas al Carnaval de La Habana concluyen de una manera especial que, protagonizada por la Compañía de Danza-Teatro Villa de San Cristóbal, cumple con un reclamo del excelso poeta y escritor José Lezama Lima, relacionado con una tradición olvidada.
En el ritual de la Quema del Diablo, en la Casa de Cultura del habanero municipio de Diez de Octubre, integrantes de aquella agrupación simbolizan la destrucción de los malos augurios que puedan rondar la preparación de la fiesta popular más importante de la capital cubana.
Con un espectáculo dedicado a las seis décadas del Conjunto Folklórico Nacional de Cuba, el maestro Rafael Pérez Gil y sus seguidores harán galas de sus potencialidades en la ejecución de los ritmos y las danzas que caracterizan la tradicional fiesta del Carnaval habanero.
Aunque este año, debido a la compleja situación económica que vive el país, el Malecón capitalino no recibirá a comparsas, carrozas y espectáculo, serán los municipios los lugares donde disfrutar de festejos populares llenos de colorido, y -para que salga todo bien- arderá un elegante Lucifer.
Cumpliendo con el propósito
original de revitalizar las expresiones del Carnaval y tomando como punto de
partida su primera celebración, los personajes iniciales y las danzas de
aquellas fiestas, la Compañía de Danza-Teatro Villa de San Cristóbal ratifica
cada año su encargo social de exponer los elementos que identifican a esta
ciudad.
La Quema del Diablo también forma
parte de una leyenda citadina que durante años dejó de existir, quedando en el
olvido de muchos y en el desconocimiento de los más jóvenes, por lo que
devolverla al imaginario popular también forma parte de la función social de
esta agrupación danzaria.
Lo vistoso de los trajes que usan estos artistas, a quienes se les
conoce como "los Reyes del color", volverá a ser uno de los
atractivos para esta ceremonia marcada para la tarde del 2 de agosto en las
áreas exteriores de la casona de ubicada en la intersección de la Calzada del
Diez de Octubre y la calle Carmen.
El mayor atractivo será un nuevo Diablo, confeccionado en papier marché por el joven artista Carlos Gabriel Mantilla Fadiño, de quien han sido otras dos representaciones del mal, utilizadas en igual número de ediciones anteriores. (Digna Rosa Pérez Morejón)