Casi cuatro años después de su
primera puesta en escena en La Habana, la pieza Concerto DSCH, del coreógrafo
ruso-estadounidense Alexei Ratmansky, prestigia hoy la agenda del Ballet
Nacional de Cuba.
La obra integra el calendario de
presentaciones del 17 al 26 de marzo, el cual incluye los estrenos Otra
bella cubana, de la española Susana Pous; Ballet 101, del
canadiense Eric Gauthier, y A fuego lento, del brasileño Ricardo
Amarante.
La información difundida por la
compañía, que dirige la primera bailarina Viengsay Valdés, indica que la coreografía
de Ratmansky “es un ballet abstracto, que demanda mucho esfuerzo físico,
optimista y que tiene de base una de las composiciones más bellas del siglo XX”.
Durante su presencia en Cuba en
2019, el artífice de esta propuesta explicó que la obra debe su nombre a las
iniciales del compositor Dimitri Shostakovich, que él usaba como firma.
Se basa en las emociones, el optimismo y el
idealismo, argumentó el creador, quien destacó cómo la pieza es expresión de
una etapa de reconocimiento de la libertad en Rusia, donde entendieron que
podían construir familias.
Una vez más, el Ballet Nacional
de Cuba exhibirá su maestría con una obra demandante y precisamente firmada por
Ratmansky, un coreógrafo reconocido a nivel internacional.
Su trabajo exige de la alineación local una mayor preparación, pues la pieza presenta nuevas tendencias en el movimiento, con momentos suaves y otros rápidos, al tiempo que pone en escena a dúos, tríos y cuerpo de baile en general. (Redacción digital. con información de PL)