Finalmente, la comunidad de inteligencia de Estados Unidos admitió que no hubo ataque contra sus diplomáticos en Cuba ni en otro lugar, aseguró este jueves Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores de la nación caribeña.
En su cuenta en Twitter, el canciller refirió que, luego de que EE. UU.
impuso medidas a Cuba que provocaron el retroceso de las relaciones bilaterales,
basándose en esas acusaciones, una vez más se demuestra que los síntomas
reportados fueron por causas naturales.
Nada podrá reparar el daño provocado a las familias cubanas por las medidas extremas tomadas sobre la base
de falsedades, agregó Rodríguez Parrilla en su tuit.
El ministro aludió a los
resultados presentados en el informe Jason, en 2021, en el que se explica que
ninguna fuente de energía plausible pudiera producir las señales de audio /
video grabadas o los efectos médicos reportados.
Este miércoles, un artículo publicado por el diario The
Washington Post explicó que algunas agencias de inteligencia estadounidenses
concluyeron que es improbable que los presuntos ataques hayan sido causados por
un actor extranjero o un arma de energía.
Según añadió el periódico, siete
de esas agencias gubernamentales revisaron unos mil casos de incidentes de salud
“anómalos”, de las cuales cinco creen muy improbable que tales trastornos
fueran causados por una entidad extranjera, ya sea intencionalmente a través de
medios como un arma de energía dirigida, o de forma no deliberada.
Otra agencia lo calificó como improbable, y la restante no llegó a
ninguna conclusión, indicó el texto.
El caso de los supuestos ataques
sónicos se fija en noviembre de 2016, bajo la administración de Donald Trump,
en la embajada de los EE. UU. en La Habana a partir de un cuadro de salud en
algunos funcionarios estadounidenses con quejas de hemorragias nasales, dolor
de cabeza y náuseas.
Presumiblemente, también se presentaron casos en las legaciones estadounidenses en países como China y Rusia, lo que motivó una investigación gubernamental. (ACN)