Aquel 28 de septiembre de 1960, frente al entonces Palacio Presidencial, de La Habana, casi un millón de cubanos escuchaba atentamente al líder Fidel Castro, a la sazón primer ministro de la República.
Era la noche en que surgió una de las armas más certeras del naciente y pujante proyecto social cubano: los Comités de Defensa de la Revolución (CDR).
Entre aquella inmensidad de público, estaba Juana Milanés González, entonces una jovenzuela, con tanto brillo de esperanza en sus ojos, como fidelidad a la patria en el pecho.
A la distancia de casi 63 años, Juana evoca con pasión aquel acontecimiento, frente al edificio que hoy ocupa el Museo de la Revolución, el cual guarda esa y tantas otras páginas gloriosas de la historia nacional.
Aunque han pasado más de seis décadas, recuerda con nitidez que, en medio del discurso de Fidel, se escuchó la explosión de un petardo, al que luego siguió otro, hechos estallar por elementos contrarrevolucionarios al servicio de la derrotada burguesía nacional y del imperialismo estadounidense, el cual veía cómo Cuba se afincaba en su soberanía e independencia, muy lejos de la condición de neocolonia a que la sometió durante casi 60 años.
Desde que surgieron los CDR, esta capitalina jamás se ha desvinculado de la mayor organización de masas del país.
Hoy, es coordinadora de la Zona 10 del habanero municipio de Playa, la cual lleva 20 años consecutivos con la condicional de Vanguardia Nacional y a la que se le entregó reciente el Premio del Barrio.
Sus vecinos sienten orgullo de ella, una de las invitadas al Décimo Congreso de los CDR, que sesiona en La Habana este miércoles y el jueves.
La locuaz mujer, tuvo la deferencia de regalar unas palabras al sitio digital de Radio Ciudad de La Habana: