Los próximos días 15 y 16 de septiembre, La Habana abrigará una Cumbre del Grupo de los 77 y China, que debatirá los retos actuales del desarrollo, el papel de la ciencia, la tecnología y la innovación, temas claves de la cooperación sur-sur.
La mayor isla caribeña
organiza la magna cita, como presidenta pro tempore de ese mecanismo
intergubernamental que representa el 80 por ciento de la población mundial y más de las dos terceras partes de la
membresía de la Organización de Naciones Unidas.
En esa condición, Cuba ha
acogido foros ministeriales de disímiles esferas.
Uno de estos aconteció en
mayo último, al reunir a los titulares
de turismo y altos funcionarios vinculados a ese sector, estratégico para el
desarrollo económico y social de muchos países, refiere un reporte de la
emisora nacional cubana Radio Reloj.
Como constató entonces el
presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel, resultó un encuentro
provechoso, por el interés de promover iniciativas e incentivar mayor
cooperación en favor de un turismo sustentable en términos ambientales,
socioculturales y económicos.
Acerca de esa reunión, el
primer ministro del país anfitrión, Manuel Marrero, destacó que permitió
socializar experiencias para contribuir al desarrollo, además de promover un
turismo inclusivo y sostenible, dirigido a proporcionar empleos y riquezas en
beneficio de los pueblos.
Son muchas las sinergias -dijo- que tenemos que impulsar para un
turismo más competitivo, después del impacto de la pandemia de la COVID-19.
En aquel encuentro, el ministro cubano de Turismo, Juan Carlos García Granda, significó la importancia del diálogo, pues se trata de una actividad multisectorial, que puede contribuir a la reducción de la pobreza, el crecimiento económico y la generación de empleo, en momentos de profundas desigualdades sociales y económicas, y de un cambio climático que pone en riesgo hasta la supervivencia de la especie humana, debido a un galopante calentamiento global. (Redacción digital)