1826. Nace en La Habana Idelfonso Estrada y Zenea.
Se destacó como poeta,
editor, periodista y maestro. Tras comenzar la guerra por la independencia de
Cuba, tuvo que salir hacia México, donde trabajó como editor y maestro.
Entre sus obras, se
encuentran las tituladas Reloj de las Habanas, Recuerdos
y esperanzas y Geografía de la República Mexicana.
Dedicó gran parte de su
obra literaria a los niños.
También escribió folletos
sobre temas no literarios.
Utilizó varios seudónimos
para identificar múltiples trabajos que publicó en periódicos y revistas, tanto
en Cuba como en México.
Desde el año 1900, residió
en México, donde falleció el 2 de febrero de 1912.
1869. En el teatro Villanueva, de La Habana, se produjo un hecho
violento y sangriento.
El incidente ocurrió
cuando, en la representación de la obra Perro Huevero, aunque le quemen el hocico, una persona exclamó: “¡Viva
la tierra que produce la caña!”, y el público coreó: “¡Viva Cuba libre!”.
La represión del régimen
colonial no se hizo esperar, a cargo de los integrantes del Cuerpo de Voluntarios,
fuerza militar auxiliar.
Como consecuencia de la
represión, se produjo un saldo de tres muertos y varios heridos.
Desde 1980, cada día 22
de enero se celebra el Día del Teatro Cubano.
1879. Pronunció José Martí su primer discurso en Cuba.
Este fue dedicado a su
amigo Alfredo Torroella, en el homenaje que rindió el Liceo de Guanabacoa al
poeta, antes de ser trasladado su cadáver al cementerio de la localidad.
En la parte inicial de su
discurso, enfatizó:
“No quiere hoy la palabra
ardorosa, en flores de dolor que arrebata el viento, tributar pasajero homenaje
al muerto bien amado de la patria. Aunque si la patria lo ama, no está muerto.”
Desde este Monumento
Nacional, declarado como tal el 23 de junio de 2014, también hablaron
importantes escritores y patriotas cubanos, como Juan Clemente Zenea, Gertrudis
Gómez de Avellaneda, José de la Luz y Caballero, Anselmo Suárez y Romero,
Rafael María de Mendive, Antonio Zambrana, José Fornaris y Enrique José Varona,
entre otros.
Desde allí, también se
les rindió tributo a personalidades de gran relevancia, como el homenaje
brindado al destacado violinista Rafael Díaz Albertini.
1904. Nace en La Habana Hortensia Pichardo.
Se le considera piedra
angular de la historiografía cubana y paradigma de maestra en la historia de
Cuba, no solo por su consagración a la enseñanza, sino también por la difusión
de los conocimientos históricos que asumió como verdadero apostolado.
Reflejó sus
investigaciones y conocimientos en obras que son de obligada consulta para los
especialistas y otros interesados en conocer aspectos de Cuba.
Ejerció la docencia por
casi dos décadas en el Instituto de la Víbora y, a partir de 1961, laboró en la
Universidad de La Habana. En este centro, impartió Historiografía y Teoría de
la Investigación.
Fue activa participante
de los congresos nacionales de Historia y fundadora de la Unión Nacional de
Historiadores de Cuba.
Recibió numerosos
reconocimientos y condecoraciones del Gobierno cubano, de las organizaciones de
masas e instituciones científicas y académicas.
1909. Nace en el poblado de Güines, entonces provincia de La Habana,
Valentina Antuña Tabío.
Fue uno de los fundadores
del Partido Comunista de Cuba y tuvo activa participación en actividades de
carácter político y social, especialmente las relacionadas con la lucha en
contra de las dictaduras de Geraldo Machado y Fulgencio Batista.
Además, estuvo muy activa
en la defensa de los derechos de la mujer.
Múltiples e importantes
tareas cumplió en la universidad: profesora de Lengua y Literatura Latina y
Civilización Romana; directora de la Escuela de Letras y de Arte; jefa del
Departamento Filológico; introductora de nuevas metodologías para la enseñanza
de las Lenguas Clásicas y miembro del Consejo Científico de la Universidad.
Fue una de las primeras
educadoras que alcanzó la condición de Heroína del Trabajo de la República de
Cuba.
Recibió la Orden José
Martí, la más alta condecoración que concede el Estado cubano a personalidades
relevantes nacionales y extranjeras.
1959. Ante cerca de 400 periodistas extranjeros en una conferencia de prensa efectuada en el Hotel Riviera, de La Habana, el Comandante en Jefe Fidel Castro expresó: “Difícilmente se encuentre un pueblo más sensible que éste, más noble que éste. Nuestros periodistas son hombres muy sensibles a toda injusticia. Nuestros intelectuales son hombres muy sensibles a toda injusticia. Nuestros sacerdotes o predicadores de las distintas religiones son hombres muy sensibles a toda injusticia. Nuestros trabajadores, nuestros obreros, nuestros campesinos, nuestra opinión pública. Éste es un pueblo extremadamente sensible, que una injusticia es capaz de virarlo contra cualquiera”. (José Pérez-Galdós Ortiz)