En la versión capitalina de la mayor fiesta anual de la cultura en el país, se subrayó que fueron vendidos casi 726 mil ejemplares, cifra superior a ediciones precedentes, como parte de un proceso que incluyó, como sello distintivo, el subsidio a los precios de los textos de las editoriales cubanas.
Muestra en el Pabellón Cuba. Foto: red social X. |
Más de 430 representantes de 56 naciones acudieron a la cita, para sumarse a los 450 mil asistentes a la fortaleza San Carlos de la Cabaña, sede principal del evento, y a las subsedes capitalinas, en una demostración fehaciente de que el libro, impreso o digital, goza de “buena salud” en Cuba, para bien de la cultura y del desarrollo del país.
La cita tuvo al libro y
su promoción como motivaciones principales, a pesar de la compleja situación
económica que vive el país anfitrión, subrayó Juan Rodríguez, presidente del
Instituto Cubano del Libro (ICL).
Juan Rodríguez, presidente del ICL. Foto: Prensa Latina. |
Las medidas coercitivas del Gobierno de Estados Unidos contra la nación caribeña no impidieron la celebración de esta feria de carácter masivo y con el pueblo como protagonista, significó Rodríguez en la ceremonia de clausura en la fortaleza San Carlos de la Cabaña, a la entrada de la bahía de La Habana.
Se desarrollaron más de
dos mil 200 acciones literarias y artísticas y se presentaron más de 800
títulos físicos y digitales, por la estrecha colaboración entre Ruth Casa
Editorial, Citmatel y la Tienda Virtual del ICL, precisó.
Añadió que la feria, en
su etapa habanera, fue el escenario propicio para la entrega de los premios
literarios más importantes del país sede, como el de Literatura, Edición y
Ciencias Sociales y Humanísticas.
La cita, dijo Rodríguez,
no solo se enmarcó en la literatura, sino que su programa abarcó también exposiciones
de artes visuales, conciertos y proyecciones cinematográficas.
Calificó de
extraordinarias la sexta edición del proyecto Cuba Digital, el II Foro de
Negocios Editoriales, el Encuentro sobre políticas públicas de lectura, entre
otros espacios de diálogo en beneficio de la cultura colectiva.
Rodríguez destacó los esfuerzos para que el evento saliera de su sede habitual en la Fortaleza San Carlos de La Cabaña y llegara a otros 17 espacios en la capital y a centros académicos y comunidades en transformación.
Subrayó los homenajes que, a lo largo de la cita literaria, se rindieron a Isabel Monal, filósofa e investigadora, y a Francisco López Sacha, escritor y profesor, a quienes se dedicó la edición que finalizó este domingo.
La República Federativa
de Brasil, como país Invitado de Honor, nos regaló un programa
artístico-literario de lujo, pues se ponderaron sus culturas y saberes, significó
Rodríguez.
El también presidente del
Comité Organizador de la Feria agradeció a las autoridades del Estado y el
Gobierno cubanos, a los escritores, distribuidores, promotores, trabajadores
del sistema editorial, medios de prensa, diseñadores, editores y traductores
por regalarle al pueblo una fiesta a la altura de lo que merece.
Así lo evidencia el subsidio a los precios de los textos de las
editoriales cubanas, como expresión de la voluntad estatal de poner la
literatura nacional en manos de todos, destacó.
Jéferson Assumçao,
director del Libro, Lectura, Literatura y Bibliotecas de Brasil, consideró que
fue una feria bellísima y popular, que puso al libro en un sitio destacado del
imaginario colectivo.
Apuntó que, desde esa nación, se trasladaron a Cuba más
de seis mil libros en español, distribuidos en instituciones culturales y de
enseñanza para fortalecer el intercambio de conocimientos.
Exaltó la presencia de
una veintena de escritores brasileños, que dialogaron sobre sus obras y su
perspectiva de la literatura, no solo en la feria, sino también en otras
instituciones y espacios culturales, como la Casa de Américas y la Biblioteca
Nacional de Cuba José Martí.
Assumçao resaltó la
estancia, en la nación antillana, de autores como Concepción Evaristo, Ailton
Krenak, Frei Betto, Jefferson Tenorio y de diseñadores e ilustradores.
Queremos que haya mayor presencia
de la cultura cubana en Brasil, no solo a través de la literatura, sino también
mediante otras manifestaciones en las que ambos pueblos tienen fortalezas,
explicó.
Al encuentro asistieron Rogelio
Polanco Fuentes, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista
de Cuba y jefe de su Departamento Ideológico; Alpidio Alonso, ministro de
Cultura de Cuba, entre otras personalidades.
En la ceremonia de clausura,
se reconocieron a los mejores estands, entre estos los de la Alianza Francesa, Salón Profesional del Libro, Pabellón
infantil Tesoro de Papel y Proyecto
Nuestra Historia, por su esfuerzo para presentar a los lectores un producto
cultural de manera estética y enriquecedora.
La XXXII Feria
Internacional del Libro de La Habana se extenderá, escalonadamente, por las
regiones occidental (del 6 al 10 de marzo), central (del 13 al 17) y oriental
(del 20 al 24) del archipiélago.
Su clausura está concebida para el 24 de marzo en la ciudad de Santiago de Cuba, a unos 800 kilómetros al este de la capital del país. (Redacción digital. Con información de la ACN. Foto de portada: red social X)
ARTÍCULO RELACIONADO
En Feria de La Habana, libro testimonial de exescolta de Fidel Castro (+ video)
RSL