La empresa Cervecería Guido Pérez, del municipio del Cotorro, al este de La Habana, avanza en su intención de convertirse en un gran polígono de la industria alimentaria nacional en éste 2024.
También persigue el propósito de lograr importantes avances
hasta el 2030 con proyectos que debe evaluar y aprobar el Grupo Empresarial de
la Industria Alimentaria.
El colectivo, integrado por 144 trabajadores, está acometiendo
producciones alternativas a las de cervezas y maltas, con positivos
encadenamientos con otras entidades estatales del sector agroalimentario cómo el
Complejo Lácteo de La Habana, en el envasado
de refrescos; Cooperativas de Créditos y Servicios, utilizando tierras
disponibles del sector campesino, así como de nuevas formas de gestión no
estatales (Mipymes) que aportan azúcar y otros recursos imprescindibles.
El ingeniero Ibrahin Justiz Mendoza |
Según el ingeniero Ibrahin Justiz Mendoza, director de Operaciones de la empresa, a partir de la inteligencia de los trabajadores, que son miembros de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (Anir), aparecen iniciativas creadoras que posibilitan diversificar las producciones, aprovechando los residuos del propio caldo residual de la cerveza, y que se procesan en un disolutor (aparato para la disolución) con capacidad de 10 hectolitros, diseñado y construido en la propia entidad.
EL ingeniero Justiz Mendoza y el mecánico Javier Carvajal Manzo, fueron los autores
de esa solución tecnológica que, además de cervezas y maltas, permite producir jugos,
sazón criollo y cervecero, pulpas, compotas, vinagre y aliños cerveceros o
condimentados, así como mermeladas de mango y guayaba.
Notables resultados se han obtenido en la Cervecería Guido Pérez también por la inteligencia de los innovadores, que diseñaron una pizarra eléctrica para garantizar las actividades fundamentales y tratar de superar éste año las 30 mil cajas de refrescos a granel que se entregaron al en el 2023.
Asegura Justiz Mendoza que, a pesar de ser una industria fundada en 1948, se mantiene trabajando y no piensan parar, y cumplir los objetivos trascendentales como seguir teniendo ingresos que sostengan el pago de los salarios a los trabajadores, y hasta los 80 mil pesos para los innovadores que aportan eficiencia productiva. (Ramón Lantigua Arcís. Fotos del autor).
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