La Habana necesita de la solidaridad de algunos choferes

La Habana necesita de la solidaridad de algunos choferes

Algunas personas consideran que hablar del transporte urbano en La Habana es un tema ya gastado. Quizás tengan razón, no hay solución inmediata.

El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba por Estados Unidos impide acceder a determinados proveedores de combustibles, así como también la interrupción de contratos, lo que afecta al sistema de transportación en la capital cubana.

Sin embargo, la solidaridad, el humanismo y la conciencia constituyen elementos que nada tienen que ver con la carencia de petróleo, piezas de repuesto o neumáticos. El tema no es en blanco y negro, tiene matices.

El más universal de los cubanos, José Martí, con apenas 18 años de edad, escribió en su texto El Presidio Político en Cuba: “Yo suelo olvidar mi mal cuando curo el mal de los demás”.

El Comandante en Jefe Fidel Castro, al asumir la presidencia del Movimiento de Países No Alineados, reafirmó el carácter internacionalista y solidario de la Revolución cubana, el cual tiene hoy total vigencia: “Practicamos nuestra solidaridad con hechos, no con bellas palabras”.

Y me pregunto: ¿dónde está la solidaridad de los choferes que transitan por las calles de la capital con los ómnibus vacíos…? No se conduelen.

Algo muy peculiar sucede en las paradas donde existen inspectores; con ellos se alivia la situación, al menos eso intentan, y en las que no existen inspectores, ¿qué se hace la población?

Lo cierto es que el llamado se enfila hacia los choferes de ómnibus estatales que viajan con asientos vacíos. ¡Y ni hablar de los carros del turismo que pasan a toda velocidad! El conductor mira hacia la parada y se hace el desentendido. Quienes así actúan no practican la solidaridad ni, mucho menos, la cooperación.

Son tiempos difíciles en que las palabras no bastan, se necesita de la acción, el control y la exigencia ante tanta indolencia de quienes viajan en transporte del Estado y con petróleo garantizado por este, olvidándose de los momentos actuales, que reclaman de la hermandad y el humanismo. (Elizabeth Martínez Izquierdo. Foto: Cubadebate).

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