Mantienen vitalidad de servicios hospitales de La Habana

Mantienen vitalidad de servicios hospitales de La Habana

Ante la caída del sistema electroenergético nacional cubano, sufrida durante casi 100 horas, los trabajadores de Salud Pública se crecieron una vez más y garantizaron la vitalidad de los servicios a la población.

En el complejo escenario, el personal sanitario del hospital ginecobstétrico Eusebio Hernández, conocido como Maternidad Obrera, trajo al mundo a 16 bebés, sin ninguna complicación y con positivos indicadores de salud.

Para el doctor Otto Rafael Recio Rodríguez, director de esa institución médica del municipio de Marianao, la falta de fluido eléctrico no impidió ofrecer servicios básicos de Cuerpo de Guardia, salones de operaciones y partos, en casos de urgencias.
En este período, tuvimos a un recién nacido en estado crítico, entubado a los 10 días posteriores al parto, pero se brindó toda la atención y estuvo activado el protocolo en su caso para preservar la vida, comentó a la Agencia Cubana de Noticias.

A pesar de esta situación, el viernes último se efectuaron las consultas programadas, y durante el fin de semana se mantuvieron ingresadas 175 pacientes, subrayó.

Para atender a las internadas y asegurar el servicio de urgencias, nuestra mayor razón de ser, se movilizó desde el primer momento al Consejo de Dirección, médicos, enfermeras y técnicos, unidos a los compañeros que laboran con el combustible y los grupos electrógenos para, de manera ininterrumpida, tratar a la población que demandaba asistencia, además de los protocolos habituales, como pases de visitas de los médicos, realización de ultrasonidos, dijo Recio Rodríguez.

Reconoció el arduo trabajo de todo el personal, no solo medico sino también el de las empleadas de servicio, técnicos, cocineros, quienes madrugaron para llegar al centro y apoyaron el trabajo, además de garantizar la alimentación , limpieza e higiene, el funcionamiento hospitalario, a pesar de vivir en sus hogares la falta de electricidad.

La situación provocada por la contingencia energética nacional fue un desafío enorme, pero también una oportunidad para demostrar lo mejor de quienes integran el sistema cubano de salud pública: la empatía, el sentido de pertenencia, el apego y la misión social regida por el juramento hipocrático de salvar vidas. (Redacción Digital. Fotos: Facebook)

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FNY

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