La Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (Anap) en La Habana del Este sobrecumplió sus compromisos sociales y económicos del año 2024, con prioridad para la producción de alimentos.
Así lo informó
Maritza Rondón, presidenta de la organización en ese municipio, al intervenir en
la asamblea de balance, renovación o ratificación de mandatos XIII Congreso de
la Anap, proceso que se inició en la capital por Guanabacoa.
Puntualizó que, en
las 12 Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS) de La Habana del Este, se
desarrolló un movimiento político con las familias campesinas y los productores
independientes de leche y carne vacuna,
y de frutales, condimentos, cultivos varios y masa vegetal para medicina verde.
Argumentó que, en
el período 2019-2024, se logró mejor funcionamiento de todas las estructuras de
dirección de la Anap, mayor participación de los mil 530 asociados, quienes posibilitaron
un crecimiento del cinco al 15 por ciento en la producción de cultivos varios y carne vacuna.
En el caso de la
leche vacuna, se logró poco avance, si se tiene en cuenta el potencial de
animales que existe en el territorio.
Rondón comentó que
ya concluyó el proceso de contratación de las producciones del sector campesino
en La Habana del Este para 2025, y que 892 poseedores legales de tierra
asociados a la Anap están contratados por la Empresa Agropecuaria Bacuranao.
Añadió que se
continúa revisando el proceso, porque se puede crecer en la entrega de leche vacuna
a la industria, y de cultivos varios a la Empresa Provincial de Acopio.
Con el objetivo
alcanzar mayor eficiencia en la producción de alimentos agropecuarios, cinco
fincas de esa zona suburbana fueron declaradas agroecológicas, 22 están en
proceso de transformación integral, cinco cooperativas y 24 de sus productores
han sido beneficiados con proyectos de colaboración
extranjera formulados por la Anap, por lo que han recibido recursos que contribuyen
al mejoramiento de áreas de uso colectivo y de campesinos individuales.
En la asamblea,
se consideró con poco avance el programa de bancarización, la captación de
jóvenes en las familias para dirigir las asociaciones de base y la entrega de
las tarjetas AP al campesino para
garantizar el cobro de las producciones aportadas. (Ramón Lantigua Arcis. Fotos
del autor)
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