Luisa Pérez de Zambrana: excelsa versificadora

Luisa Pérez de Zambrana: excelsa versificadora

Una de las mejores poetisas cubanas y de Hispanoamérica fue Luisa Pérez y Montes de Oca, su verdadero nombre antes de contraer matrimonio y convertirse, para siempre, en Luisa Pérez de Zambrana.

Nació el 25 de agosto de 1835 en la finca Melgarejo, cercana a El Cobre, entonces provincia de Oriente, hoy Santiago de Cuba, a unos 850 kilómetros (por carretera) al este de La Habana.

Su afición por las letras fue espontánea, pero sus padres no contaban con recursos para proporcionarle una esmerada educación.

Cuando tenía 14 años de edad, publicó sus primeros versos en dos periódicos de Santiago de Cuba: El orden y El redactor.

Esos poemas fueron reunidos luego por intelectuales y poetas de su entorno, en un cuaderno titulado La vuelta al bosque.

A la muerte de sus padres, fijó su residencia en aquella ciudad, y en 1856 se publicó el primer tomo de su obra Poesías, bien recibida por la crítica y los lectores de entonces.

UNIÓN AMOROSA Y POÉTICA

En 1858, al casarse con el doctor Ramón Zambrana, la poetisa comenzó a ser conocida como Luisa Pérez de Zambrana.


Con el apoyo de él, empezó a colaborar con todas las revistas y periódicos de La Habana, donde se instaló la pareja.

Zambrana, médico e intelectual, fue miembro de la más brillante generación de científicos de la época colonial y uno de los doctores más eminentes de su tiempo.

Amigo de Tomás Romay, fue precursor de la Medicina Forense en Cuba y hombre generoso y honrado, un humanista que muchas veces realizó gratuitamente su labor docente.

En colaboración con su esposa, Zambrana compuso el canto épico La Colombiada, una apasionada exaltación de Cristóbal Colón.

Juntos fundaron el periódico literario La Revista del Pueblo; a dos años del matrimonio, Luisa publicó el segundo tomo de Poesías, con prólogo de Gertrudis Gómez de Avellaneda.

ELOGIADA POR JOSÉ MARTÍ

En 1860, Luisa Pérez de Zambrana fue seleccionada para entregarle a la Avellaneda, en un acto en el teatro Tacón, una corona de laurel de oro, con la que se le rindió homenaje.

El doctor Zambrana murió joven, y la poetisa conoció grandes penurias, pues, además, en pocos años, perdió a sus cinco hijos; sin embargo, tuvo la entereza de seguir adelante y enfrentar largos años de olvido.

Vinculada al romanticismo en Cuba, creó un universo delicado y de finos sentimientos, y el patriotismo adquirió en sus versos un firme acento doméstico.

En 1920, fueron recogidas y editadas sus poesías en un tomo que prologó Enrique José Varona.

José Martí, al referirse a la obra de Luisa Pérez de Zambrana, escribió:

"(...) se hacen versos de la grandeza, pero sólo del sentimiento se hace poesía”. (Oscar Ferrer Carbonell. Tomado de Radio Reloj. Foto: Cubaperiodistas)

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RSL

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