Este fin de semana, los Leones de La Habana doblegaron dos veces a los Piratas de Isla de la Juventud en el estadio Latinoamericano, del municipio capitalino de Cerro, y se colocaron a un triunfo de las semifinales de la VIII Serie Nacional de Beisbol Sub-23 años.
Después de ese resultado, los dirigidos por Saúl Ballester
exhiben 13 victorias y cuatro fracasos en el grupo A; con un éxito más en su
último partido de la fase clasificatoria, serían inalcanzables para Pinar del
Río (11-4), que cayó ante ellos en el duelo particular.
A primera hora, los Leones
habaneros noquearon 11-0 a los filibusteros de la Isla de la Juventud, con
apenas seis imparables, incluidos los cuadrangulares tres y cuatro de la
campaña de Carlos Nieto, que además remolcó cinco carreras.
Misael Fonseca se mantuvo todo el tiempo en el montículo
para llevarse su tercer triunfo del certamen, con una labor de solo tres hits
permitidos y cinco ponches recetados.
A segunda hora, los de la principal urbe cubana dejaron tendidos en el césped a los
visitantes, con pizarra final de 3-2.
Un sencillo de Brian Garzón igualó las acciones, y otro de
oro de Andy de Armas —su tercero de la jornada—, le puso el punto final al
desafío, ambos ante el derrotado Roberto Escudero.
También sobresalieron con el madero Dayron Miranda (2-2),
con doble y empujada, y más Nieto (3-2), con otra conexión de dos bases.
Giandy Gutiérrez lanzó excelentemente durante 7.2 episodios,
en los que propinó nueve ponches y permitió dos anotaciones sucias, pero el crédito se lo anotó Ángel Yankiel
Crespo, quien abanicó al único rival que enfrentó, en un momento de alta
tensión.
La posición de los habaneros es de privilegio porque, aun
cayendo este domingo en su pleito postrer, los Lobos pinareños estarían obligados a barrer a los isleños en sus
últimos tres desafíos para arrebatarles a los capitalinos el boleto a la
siguiente instancia. (Redacción digital, con información y foto de la ACN)
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