El presidente Miguel
Díaz-Canel reafirmó la resistencia heroica del pueblo cubano, al
clausurar el V Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder
Popular (Parlamento).
Desde el Palacio de
Convenciones de La Habana y en presencia del General de Ejército Raúl Castro
Ruz, líder de la Revolución cubana, el jefe de Estado dijo que estas sesiones
del Parlamento se convirtieron en una auténtica asamblea de pueblo, porque sus
debates fueron los de la sociedad cubana de hoy sobre los enormes desafíos que
tiene por delante.
El mandatario trasladó
el más profundo agradecimiento al pueblo por su resistencia a tantas
dificultades, su inagotable creatividad y no rendirse jamás cuando falta todo,
a veces hasta la imprescindible comunicación que se está en la obligación de
dar.
A menos de un mes, se estará celebrando el inicio del Centenario del
Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, a conmemorarse en agosto de 2026, y el
mejor homenaje al genio político y militar, al educador, al científico, al
líder de las causas justas en Cuba y en el mundo es la obra del pueblo cubano, subrayó.
Destacó que lo
acontecido fueron exposiciones sobrias, críticas, desde el compromiso y, sobre
todo, propuestas concretas y demandas de cambiar lo que deba ser cambiado, sin
dilaciones.
La sabiduría y el
entusiasmo que ha caracterizado a prácticamente todas las intervenciones de
estos días, es lo que se ha visto en los recorridos por provincias, puntualizó.
Manifestó que la
situación es más dura después de las largas horas de apagón; siempre se encuentra
el extra de las cubanas y los cubanos, y no es la primera vez ni será la última
que la Revolución se enfrente a su momento más difícil, aunque siempre parecerá
que nada puede ser peor que lo enfrentado.
Díaz-Canel recordó
significativos episodios de la historia de Cuba como el Pacto del Zanjón,
la caída en combate de José Martí y Antonio Maceo, la
intervención militar yanqui (1898), el antimperialismo de Julio Antonio Mella,
la Revolución del 30, el machadato y la masacre de Antonio Guiteras en El
Morrillo, entre otros icónicos sucesos.
Cuando se repasan
todos los períodos de los 66 años de la Revolución en el poder, lo que se
encuentra, además de victorias, son desafíos tercermundistas, zancadillas
enemigas y también errores y aprendizajes propios, frutos todos del afán -jamás
abandonado- de conquistar y sostener la justicia social, afirmó.
Si a pesar de todo eso
la Revolución cubana está de pie, y luchando por la prosperidad posible, es por
su carácter auténtico y genuino, dijo.
Recordó que la persistencia
de la Revolución no es un accidente histórico, porque el proceso que tomó
por fin el poder en 1959 lo inició un pequeño grupo de revolucionarios, pero lo
hizo todo un pueblo y lo ha defendido como un país de valientes.
“Aprendimos que solo teniendo convicciones claras como principios es
posible sostener y ganar batallas, y también aprendimos que del cerco se sale
combatiendo”, aseguró.
El mandatario cubano
hizo un recuento de las tres jornadas de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder
Popular, se refirió al programa de Gobierno para corregir distorsiones y
reimpulsar la economía, a la marcha de la economía cubana y la ejecución del
presupuesto, y de las cuatro leyes aprobadas.
A pocos días del
aniversario 72 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de
Céspedes, felicitó a la provincia de Ciego de Ávila, sede del acto central
por la efeméride, y al pueblo de Cuba, para el cual la rendición no ha sido
alternativa.
Al concluir su discurso, Díaz-Canel y Raúl intercambiaron vivas a la Revolución y a Fidel, cuyo centenario celebrarán todos los cubanos el venidero año. (Redacción Digital, con información de la ACN. Fotos: Facebook)
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