El
diario estadounidense The Washington Post catalogó a Cuba como pionera en la
inmunización infantil contra la COVID-19 con vacunas propias, un logro
alcanzado hace meses, y elogió el papel
desempeñado por los científicos de la Isla, especialmente de La Habana.
El
texto compara ese resultado con el hecho de que ahora Estados Unidos, finalmente,
autoriza la vacunación para los menores de cinco años.
El
artículo publicado este fin de semana resalta la labor de científicos cubanos
en la creación de los fármacos utilizados en la población pediátrica, como Vicente Vérez, director General del
Instituto Finlay de Vacunas, con sede en la capital del país antillano.
Los
cubanos no contaron con los miles de millones de dólares que recibieron algunas
de las multinacionales que también crearon soluciones para enfrentar el
coronavirus SARS-CoV-2, dijo María Elena Bottazzi, codirectora del Centro para
el Desarrollo de Vacunas del Texas Children's Hospital.
Para
Cuba, los obstáculos fueron titánicos, subrayó el Post en su artículo, donde
menciona las medidas coercitivas de
Washington como uno de las problemáticas que debió sortear la isla para
alcanzar el éxito de sus formulaciones.
Gran
parte de los equipos e insumos de última generación para productos
farmacéuticos provienen de Estados Unidos o Europa, y Cuba intentó eludir el
bloqueo con compras a través de terceros países.
Constantemente
tenemos que cambiar de intermediarios para evitar que las autoridades
estadounidenses lo detecten y nos cancelen las compras, declaró al Post Gerardo Guillén, director de
investigaciones biomédicas del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de
La Habana.
La
publicación estadounidense señala el éxito científico logrado como resultado de
la visión del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, quien
invirtió en el desarrollo de la industria biotecnológica y en la preparación de
los profesionales.
Años de trabajo en vacunas infantiles resultaron
ser una ventaja para los científicos cubanos,
apuntó The Washington Post, al precisar que las vacunas de Moderna y
Pfizer-BioNTech utilizaron una nueva tecnología, mientras los cubanos confiaron
en un enfoque más tradicional y seguro. (PL. Fotos: Cubadebate))