Cuando el 22 de agosto de 1922, a las 21:00 (hora local), Luis Casas Romero realizó la primera emisión para un servicio de radiodifusión en Cuba, de manera regular, incluyó la lectura de un texto con la información meteorológica emitida por el Observatorio Nacional.
Luis Enrique Ramos Guadalupe, coordinador de la Comisión de Historia, de la Sociedad
Meteorológica de Cuba, recordó que en esa fecha ningún sistema atmosférico provocaba
mal tiempo sobre el país ni mares adyacentes.
Sin embargo, lejos de hacer
intrascendente su mensaje, refuerza el significado histórico, al confirmar que el objetivo de Casas Romero estaba dirigido
a sumar un nuevo medio de comunicación para diseminar información sobre esta
ciencia.
Agregó que se trataba de un
servicio de bien público, cotidiano y gratuito, que complementaba el que
ofrecía la prensa plana, también generalizado, pero pagado.
La iniciativa contempló el mapa
del tiempo elaborado en La Habana 22 de agosto de 1922, con el cual José Carlos
Millás, director del Servicio Meteorológico Nacional cubano, redactó la breve
nota que Casas Romero tomó y leyó aquella noche.
Señaló que la pequeña emisora, con el indicativo 2LC,
continuó sus transmisiones por algún tiempo más y colocó en el aire música y
nuevos contenidos, entre los cuales estaba el estado del tiempo, señaló el
especialista.
Con ello, se abrió el camino de la expansión tecnológica que en los años sucesivos contribuyó a llevar la cultura cubana cada vez más lejos, a todos los continentes, con el empleo de un medio sin fronteras como era, y aún es hoy, la radio, concluyó Ramos Guadalupe su evocación por el centenario de la radio cubana. (Redacción digital. Con información de la ACN)