El anamú, cuyo nombre científico es petiveria alliacea, es una hierba perenne, de olor fuerte y desagradable, que florece y fructifica durante todo el año.
Se encuentra principalmente en el Amazonas y las áreas tropicales de centro y sur América, El Caribe y el continente africano. En Cuba, se puede apreciar en terrenos baldíos y cultivados de toda la isla y ha sido reportada como planta indeseable al crecer junto a cercas y cultivos permanentes no labrantíos.
La planta se ha utilizado desde los tiempos remotos con fines medicinales y ritos mágico religiosos. Actualmente, se utiliza como medicamento herbolario para diferentes enfermedades y se comercializa por varias firmas como suplemento nutricional o como inmunomodulador.
Entre las principales propiedades medicinales que se le atribuyen al anamú están: antiespasmódicas, diuréticas, estimulantes y antiinflamatorias.
Existen referencias de países como Argentina, Brasil, México, etc., de la aplicación del anamú en varias enfermedades infecciosas y se han publicado estudios in vitro de su actividad antibacteriana, antifúngica, antiprotozoaria y antiviral.
Según referencias etnomédicas cubanas, el anamú tiene un uso popular como antidiabético. Se ha conseguido aislar un extracto acuoso de la planta con efecto hipoglicemiante al que se le denominó sheilina.
El extracto de las hojas y el tallo redujo la concentración sanguínea de glucosa en más del 60 por ciento en ratones. Esta actividad puede estar relacionada con el incremento de los sitios de unión de la membrana celular a la insulina. Este efecto probablemente se debe al contenido en pinitol, un fosfoglicano de bajo peso molecular, que ejerce un efecto similar a la insulina, mejorando el control de la glicemia.
El anamú también puede funcionar como suplemento nutricional en enfermedades que se presentan con inflamación como la artritis, la gastritis o la colitis. También para problemas inmunológicos en pacientes con cáncer, lupus, artritis reumatoide y otros desórdenes del sistema inmunológico.
Internacionalmente existen múltiples productos aprobados, disponibles en el mercado, que utilizan anamú como materia prima en presentaciones simples. Todos han sido registrados como productos de apoyo al sistema inmunológico y estimulante general, en la categoría de suplementos nutricionales herbarios.
En Cuba, el Centro Nacional de Investigaciones Científicas, de La Habana, realizó un estudio con extractos de la planta del anamú que reveló la existencia de oligoelementos como selenio, zinc, cobre, hierro y magnesio, los cuales actúan sobre el sistema inmunológico.
También el Laboratorio Farmacéutico Oriente desarrolló una presentación de tabletas de anamú, medicamento natural formulado a partir de las hojas de la planta, de amplio uso en la medicina tradicional para favorecer la recuperación de personas afectadas de cáncer y sida y de los agresivos tratamientos farmacológicos que reciben. (Habana Radio)