El proyecto del Corredor Cultural de la Calle Línea, en La Habana, intensifica el trabajo para
retomar y culminar las acciones sociales que se paralizaron durante la pandemia
de COVID-19.
Suleidys Álvarez, directora del
proyecto, explicó que se prevé para este año la reparación y pintura de todas
las fachadas de las casas en esa arteria vial de El Vedado y la instalación del
alumbrado del separador central, entre otras tareas.
Añadió que esas labores se vieron limitadas con el inicio de la
pandemia, y ahora se renovarán junto con otras, como la intervención en
espacios públicos, bodegas y comedores del Sistema de Atención a la Familia.
La directiva informó que
trabajarán también en la accesibilidad y movilidad de esa arteria vial capitalina, donde se inauguró recientemente la ruta T13
de triciclos eléctricos, que funciona desde la esquina de la calle 18 hasta el
edificio Focsa; además, se incluyó un carril para bicicletas, como transporte
ecológico.
Resaltó la importancia de visibilizar el proyecto a través de la señalización
de cada espacio cultural y su conexión con una aplicación digital, para que los
usuarios puedan conocer la programación y cartelera.
Precisó que se prevé, en
noviembre de 2023, la realización de la segunda edición de Arte sin Barreras, evento
cultural para niños con discapacidad y que será apoyado por el proyecto de
cooperación internacional de la Unión Europea.
El proyecto del Corredor Cultural de la Calle Línea propone salvaguardar el patrimonio de la ciudad y apoyar en la conformación de un modelo de ciudad sostenible, inclusiva, con un carácter integrador a través de la fusión del arte y la cultura. (Redacción digital. Con información de la ACN. Imagen de portada: proyecto Espacios)