Al mundo le sobra odio; le faltan niñas felices (+ fotos)

Al mundo le sobra odio, le faltan niñas felices

Más de 230 millones de niñas y mujeres en el mundo han sufrido la mutilación genital; cada tres segundos, una infante contrae matrimonio sin su consentimiento; el embarazo adolescente continúa siendo una de las causas de mortalidad, y una de cada cinco pequeñas no termina el primer ciclo de la Enseñanza Secundaria, indica el sitio web del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés).

En 2011, la Asamblea General de Naciones Unidas declaró el 11 de octubre como Día Internacional de la Niña, con los objetivos de reconocer sus derechos y los desafíos únicos que enfrentan, así como también promover su empoderamiento y el cumplimiento de sus derechos humanos.

Al mundo le sobra odio; le faltan niñas felices

Las estadísticas continúan apuntando a una creciente ola de violencia desde edades tempranas; en casos más extremos, países como India, Siria, Afganistán o República Democrática del Congo llegan a practicar hasta el infanticidio, término que encierra la matanza deliberada de niñas recién nacidas.

La mayoría de las problemáticas mencionadas al inicio de este texto no marcan la realidad de Cuba; sin embargo, casos como el embarazo adolescente o cuestiones de violencia hacia las niñas continúan ocurriendo, incluso, en el escenario familiar.

Estudios realizados en la nación antillana señalan resultados que alertan sobre la necesidad de pasar de investigar y decidir sobre la infancia a hacerlo con las niñas, los niños y adolescentes.

Al mundo le sobra odio; le faltan niñas felices
En Cuba la educación de niñas y adolecentes tiene carácter inclusivo.


Derribar las barreras existentes en el contexto actual o frenar expresiones de violencia a niñas y adolescentes solo será posible con actualizaciones en el marco normativo, como la aprobación de la Política integral de la niñez, las adolescencias y las juventudes, leyes que deben ser apoyadas con activa divulgación y estricto cumplimiento para no quedar solamente en el discurso vacío.

Formar personal capacitado en áreas educativas debe ser primordial, además de integrar nuevas personas interesadas en trabajar con niñas, niños y adolescentes.

Hay que abrir las puertas a comunidades, proyectos personales o emprendimientos, todo con el fin de crear fuertes alianzas, verdaderamente funcionales por y para las niñas. (Rachely Valerino Fernández, estudiante de Periodismo. Fotos: tomadas de internet)

Consulte aquí la Política integral de la niñez, las adolescencias y las juventudes, vigente en Cuba.

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RSL

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